El macho y la hembra reconstruídos: Aportes en relación con los conceptos de masculinidad y feminidad en algunos mass-media colombianos

La preocupación por el tema de la Masculinidad y de la Feminidad parece tan antigua como el mismo mundo humano, ese mundo de las ideas, de los deseos y de los sueños. Existen miles de discursos mágicos, míticos, religiosos, filosóficos, "científicos", analíticos, feministas, artísticos y p...

Full description

Autores:
Thomas, Florence
Tipo de recurso:
Book
Fecha de publicación:
1985
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/48554
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/48554
http://bdigital.unal.edu.co/41981/
Palabra clave:
3 Ciencias sociales / Social sciences
36 Problemas y servicios sociales, asociaciones / Social problems and social services
Sistema sexo/género
Crítica feminista
Falocentrismo
Estereotipos
Imaginarios
Feminidades
Masculinidades
Machismo
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:La preocupación por el tema de la Masculinidad y de la Feminidad parece tan antigua como el mismo mundo humano, ese mundo de las ideas, de los deseos y de los sueños. Existen miles de discursos mágicos, míticos, religiosos, filosóficos, "científicos", analíticos, feministas, artísticos y poéticos alrededor de esta bipolaridad del mundo, discursos que refleja a su vez miles de maneras de referirse a la Masculinidad y a la Feminidad. Se habla de principios, de figuras arquetípicas, de fuerzas buenas y malas, positivas o negativas, activas o pasivas, de conceptualizaciones, de identidad genérica, de dimensiones, de manifestaciones, de polos, etc... y pensamos que si esta preocupación ha sido tan universal y continua a lo largo de los siglos, es porque se sabe, o más bien, se intuye, que esta Masculinidad o Feminidad que asumimos de una manera u otra impregna absolutamente todos nuestros pensamientos, nuestras creencias, nuestra manera de expresar los afectos y nuestras actuaciones. Nada de lo humano escapa a la androginia del mundo. Ni la religión, ni el arte, ni la ciencia; estos discursos siempre se elaboran a partir de esa dualidad fundamental del mundo humano. Sabemos por ejemplo que el hombre –lo masculino- fue a lo largo de nuestra historia el sujeto del discurso teórico, moral y político. Sabemos que en el mundo occidental el género de Dios es siempre masculino-paterno. Nuestros actos, nuestras emociones, nuestros deseos y evidentemente el lenguaje como principal vehículo de nuestras prácticas sobre el mundo, es sexuado. Hablar nunca es neutro, y el lenguaje, nuestro lenguaje-discurso está hecho de miradas, aprehensiones, sensaciones, acciones y construcciones sobre el mundo, y tiene siempre un lugar vivencial de origen, lugar masculino o femenino. Todo es sexuado. El más científico de los discursos contiene huellas o síntomas de una diferencia sexual. Los poetas y artistas en general lo supieron entender mejor que los mismos científicos. Para ellos, es a veces demasiado difícil reconocer que el sujeto que enuncia la verdad o las leyes científicas nunca puede estar como "afuera" del juego, afuera de toda determinación morfológica, afuera de sus propios deseos y de su propia verdad ... pudiendo utilizar un lenguaje neutro que cree dominar. Leer a Sófocles, a Freud o a Masters y Johnson nos ilumina esta increíble y hermosa verdad: nadie puede escapar o huir del deseo. Nadie puede decir nada fuera de él, ni Yocasta, ni las mujeres de hoy, ni las mismas feministas, ni los tecnócratas del sexo, ni los super machos podrán nunca huir de su deseo del otro sexo. Reconocer eso es empezar a plantear uno de los problemas fundamentales de nuestro tiempo. En este sentido nosotros pensamos que esta naturaleza omnipresente de la Masculinidad y de la Feminidad imprime un sello particular a la formación social en la cual se manifiesta. Pensamos que la manera como una sociedad global asume también esa bipolaridad, o sea su Masculinidad y su Feminidad, explica en gran parte la particularidad de sus principales logros tanto en el campo de la creación artística como en el de la creación científica, además de iluminar la patología social que se expresa en dicha sociedad. Y si es cierto, como lo dice el poeta, que la mujer y lo femenino representan el devenir del hombre, de la humanidad, entonces es urgente empezar a preguntarnos qué mujer y qué hombre somos, qué masculino y qué femenino actuamos, qué feminidad y qué masculinidad queremos para entrar a ser partícipes activos en ese devenir que deseamos.