Colonización y protesta campesina en Colombia (1850-1950)

El crecimiento económico no es un proceso unilinear generado exclusivamente por fuerzas objetivas como el comercio, los mercados o el crecimiento de la población. Es también un proceso social moldeado por los intereses a menudo conflictivos de las distintas clases sociales que participan en él. El a...

Full description

Autores:
LeGrand, Catherine
Tipo de recurso:
Book
Fecha de publicación:
1988
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/53401
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/53401
http://bdigital.unal.edu.co/47961/
Palabra clave:
3 Ciencias sociales / Social sciences
32 Ciencia política / Political science
33 Economía / Economics
38 Comercio, comunicaciones, transporte / Commerce, communications and transportation
Frontera colombiana
Economía
Exportación agrícola
Empresarios territoriales
Problema laboral
Mano de obra
Conflictos
Política agraria
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:El crecimiento económico no es un proceso unilinear generado exclusivamente por fuerzas objetivas como el comercio, los mercados o el crecimiento de la población. Es también un proceso social moldeado por los intereses a menudo conflictivos de las distintas clases sociales que participan en él. El asunto crucial en una sociedad agraria es el acceso a la tierra -es decir, la definición de los derechos de propiedad- y el control de la mano de obra. Lo que parece haber acontecido en América Latina después de 1850 es que la ampliación de los mercados de ultramar ofreció nuevas oportunidades económicas a las que respondieron al par los• terratenientes y los campesinos. El resultado fue una competencia en busca de tierra y trabajo. En algunas partes, los terratenientes lograron ampliar sus propiedades y constituir una clase laboral dependiente cuando desalojaron de sus tierras a los campesinos. En otras, estallaron luchas abiertas entre campesinos y terratenientes. Los modelos de tenencia de la tierra y los tipos de actividad económica que aparecen en una región dada reflejan el desenlace de estas luchas. El antagonismo básico entre campesinos y terratenientes no se ha resuelto en ninguna parte: a medida que sigue ampliándose la economía agrícola exportadora prosiguen los conflictos. En efecto, muchos conflictos contemporáneos representan a la vez una prolongación y una transformación de conflictos previos. Las modalidades de conflicto rural en los años de crecimiento de las exportaciones después de 1850 fueron afectadas por modelos prevalecientes de utilización de la tierra. En áreas donde la tierra estaba ya ocupada por densas poblaciones indígenas, las disputas surgían a raíz de la constitución de grandes fincas comerciales. Ya fueran estas las haciendas azucareras de Morelos, en México, o las fincas cafeteras establecidas en Guatemala y El Salvador, o las ganaderías ovinas creadas en Perú y Bolivia, los conflictos enfrentaban terratenientes deseosos de ampliar su propiedad privada contra comunidades indígenas campesinas resueltas a conservar sus tierras ancestrales4• Como lo indican los estudios de David Browning, Andrew Pearse y otros, los campesinos solían resultar perdedores. Algunos, desprovistos de todo, se veían reducidos a la condición de arrendatarios en sus antiguas parcelas, y otros, que conservaban un pedazo de tierra insuficiente para mantenerlos, se veían obligados a trabajar como asalariados a tiempo parcial para los terratenientes de la vecindad