Diana Elvira Soto Arango. La escuela rural en Colombia. Historias de vida de maestras. Mediados del siglo xx. Tunja: fudesa, 2014. 216 páginas.
Me honra presentar este libro por dos razones: la primera es personal. Porque he tenido el asunto de la identidad del mestizo como una de mis preocupaciones, a través de la cual he tratado de encontrar las voces que hablan sobre lo que somos y cómo somos. Aunque Gabriel García Márquez universali...
- Autores:
-
Torres, Doris Lilia
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 2015
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/61616
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/61616
http://bdigital.unal.edu.co/60427/
- Palabra clave:
- 98 Historia general de América del Sur / History of ancient world; of specific continents, countries, localities; of extraterrestrial worlds
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | Me honra presentar este libro por dos razones: la primera es personal. Porque he tenido el asunto de la identidad del mestizo como una de mis preocupaciones, a través de la cual he tratado de encontrar las voces que hablan sobre lo que somos y cómo somos. Aunque Gabriel García Márquez universalizó nuestra cultura latinoamericana, no me deja de sorprender que cuando los escritores y periodistas de la Costa Atlántica se refieren a su vida y obra, lo hacen de una manera tan personal y cercana, que se siente cómo experimentan ese realismo mágico correr por su venas. De igual manera, leer el libro La Escuela rural en Colombia. Historias de vida de maestra. Mediados del siglo xx, de la Dra. Diana Elvira Soto, hizo que las emociones surgieran y brotaran con las imágenes, símbolos, descripciones y narraciones de las educadoras que vivieron en este altiplano cundiboyacense. Pude sentir el olor de la vereda, el sonido de la quebrada, la soledad de la escuela, lo mitos de la llorona y la patasola escondidos en los rincones de los salones de clase para apaciguar los ánimos, el frío del páramo del Vijagual en Rondón y la frescura del valle de los Ocobos en Miraflores. También sentí la zozobra y el miedo por la violencia y el desplazamiento de Yacopí a Bogotá. Allí la maestra, la mujer, la líder y madre va caminando por las veredas y municipios de una tierra abandonada y asediada por la corrupción política centralista, buscando un ideal y construyendo comunidades que avanzan con la elaboración mental que da el aprendizaje de la lectura y escritura, en manos de maestras como Amparo y Andrea, que creyeron en la construcción de comunidades más justas y menos discriminadas a través de la enseñanza de las letras y el lenguaje. |
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