Aproximación crítica a Opio en las nubes y El Pájaro Speed de Rafael Chaparro Madiedo: anulación del sujeto y crisis institucional

La primera vez que leí Opio en las nubes tenía unos quince o dieciséis años. Claro, no podría haberlo leído de una manera más underground que, como reza la leyenda sobre la novela, en unas fotocopias que circulaban por ahí. Eso, más que del culto a la novela como tal, dice de la dificultad de conseg...

Full description

Autores:
Muñoz Obando, Sergio Andrés
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2019
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/77011
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/77011
http://bdigital.unal.edu.co/74182/
Palabra clave:
Rafael Chaparro Madiedo
Novela colombiana del siglo XX
Frente Nacional
Opio en las nubes
El Pájaro Speed y su banda de corazones maleantes
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:La primera vez que leí Opio en las nubes tenía unos quince o dieciséis años. Claro, no podría haberlo leído de una manera más underground que, como reza la leyenda sobre la novela, en unas fotocopias que circulaban por ahí. Eso, más que del culto a la novela como tal, dice de la dificultad de conseguir libros en una ciudad que se autodenomina como “culta”: Popayán. El libro, como era de esperarse que pasara con un adolescente, me deslumbró. No podía creer la existencia de unos personajes tan extraños, autodestructivos y con una manera de hablar que les impregnaba un aire vanguardista y de rebeldía juvenil, como de personajes de cine. Una de las cosas a las que me dedico es la narración oral. Entonces, las fotocopias de la novela me las prestó un amigo, también narrador oral por aquel tiempo, que había preparado el capítulo “unas babitas, dos babitas” para presentarlo en una función que teníamos en un colegio de Popayán. Por ese tiempo, consultando sobre narración oral, supe que el apartado “Bar la gallina punk” también era material de contadores de historias, algunos de Bogotá y otros de Bucaramanga, no solo porque lo escuchaba comentar por parte de estos mismos, sino porque quedó registrado en algunas memorias de algún festival de narración oral, a las cuales tuve acceso en una biblioteca pública y que en el momento no logro recordar.