Arte no objetual : Un enfoque a partir Gadamer

La problemática que me propongo exponer en este trabajo es la del concepto arte no objetual moderno. Y para la delimitación o definición de este concepto parto, de varios textos, de Hans-Georg Gadamer quien lo utiliza para referirse al arte que empieza a surgir, junto al llamado arte abstracto, en l...

Full description

Autores:
Ramírez Barreto, Édgar Arturo
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2009
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/82320
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/82320
https://repositorio.unal.edu.co/
Palabra clave:
700 - Las artes, bellas artes y artes decorativas::701 - Filosofía y teoría de las artes finas y decorativas
Arte conceptual
Arte moderno
Arte no objetual
Conceptual art
Modern art
Non-object art
Teoría del arte
Estética
Arte moderno
Art theory
Aesthetics
Modern art
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional
Description
Summary:La problemática que me propongo exponer en este trabajo es la del concepto arte no objetual moderno. Y para la delimitación o definición de este concepto parto, de varios textos, de Hans-Georg Gadamer quien lo utiliza para referirse al arte que empieza a surgir, junto al llamado arte abstracto, en la primera mitad del siglo XX. Un arte moderno que ha planteado una difícil relación con el espectador. Un arte de difícil comprensión, que a su vez ha aportado a la discusión y al cuestionamiento sobre las transformaciones en la concepción de arte: “¿Qué significa el arte no objetual moderno? ¿Siguen teniendo alguna validez los antiguos conceptos estéticos, con los que estábamos acostumbrados a comprender la esencia del arte? En muchos de sus representantes más destacados, el arte moderno rechaza terminantemente las expectativas con que nos acercamos a sus cuadros. El efecto que suele producir ese arte es un shock enorme. ¿Qué ha ocurrido? ¿Cuál es la nueva postura que toma el pintor, rompiendo con todas las expectativas y tradiciones precedentes? ¿Qué es lo que se pretende de nosotros?” Con estas preguntas Gadamer suscita la expectativa de ¿qué es lo que caracteriza al arte no objetual, qué es lo que lleva al autor a aplicar este nombre y a cuáles obras se refiere? En La actualidad de lo bello2, el autor dice que este arte se vive como, o se caracteriza por un shock “enorme” porque nos mueve a la caída en el extrañamiento y la provocación. Y que este extrañamiento se debe, parte, a que desde 1910 con la ruptura cubista se elimina toda referencia a un objeto para formar una figura. “Queda todavía abierta la cuestión de si esa supresión de nuestras expectativas objetuales ha sido total. Pero una cosa es segura: la ingenua obviedad de que un cuadro es una visión de algo -como en el caso de la visión de la naturaleza o de la naturaleza configurada por el hombre, que la experiencia cotidiana nos proporciona- ha quedado clara y radicalmente destruida. Ya no se puede ver uno intuitu un cuadro cubista o una pintura no objetual, como una mirada que se limite a recibir pasivamente. Para ver, hay que llevar a cabo una actividad muy especial: hay que sintetizar personalmente las diversas facetas cuyos trazos aparecen en el lienzo; y luego, tal vez sea uno arrebatado y elevado por la profunda armonía y corrección de la obra, igual que ocurría antiguamente, sin problema alguno, sobre la base de comunidad de contenido del cuadro”3. Ya no podemos esperar del arte moderno una visión de un objeto que habitualmente reconocemos, una imitación de algo que la experiencia cotidiana nos proporciona. En oposición a esto se puede decir que ahora el arte nos muestra no-objetos: por no reconocibles, por no habituales ni cotidianos. Sin embargo, Gadamer deja abierta la expectativa de si esta supresión objetual ha sido total en la actual “comprensión” del arte. Y, aun cuando declara radicalmente destruida la posibilidad del reconocimiento de “cosas imitadas” en una pintura abstracta, no deja de señalar la posibilidad de que quizá, de algún modo, en este arte pueda reconocerse algo en lo representado. Pues el hecho mismo de la emergencia de este arte en la actualidad puede ser tomado como un atisbo de que hay algo que entender en esta nueva manifestación artística, que algo ha de significar para nosotros, porque estas imágenes como quehacer antropológico4 han de permitir también un reconocimiento antropológico, alguna comunidad de sentido o alguna comunidad de contenido. Tal como ocurría antiguamente, cuando la “comunidad de contenido” se declaraba y se hacía patente a la colectividad mediante un cuadro o una imagen representativa. Comunidad de contenido que en gran medida determinaba los “objetos” en una imagen, “objetos” que a su vez representaban la comprensión de una realidad colectiva. (Texto tomado de la fuente).