El albergue de las mujeres tristes [reseña]

Elena abre la puerta de su casa y da la bienvenida a Floreana. Constanza, Toña, Magdalena, Angelita y las demás la esperan para cruzar sus caminos dentro de los límites de la isla de Chiloé. Todas ellas están tristes. Rodeada del mar una mansión acoge a las mujeres presas de la tristeza. Para la que...

Full description

Autores:
Serrano, Marcela
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
1998
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/53285
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/53285
http://bdigital.unal.edu.co/47825/
Palabra clave:
86 Literaturas española y portuguesa / Literatures of specific languages and language families
Biografía
Subjetividades
Narrativa Femenina
Tristeza
Feminidad
Reseña de Libros
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:Elena abre la puerta de su casa y da la bienvenida a Floreana. Constanza, Toña, Magdalena, Angelita y las demás la esperan para cruzar sus caminos dentro de los límites de la isla de Chiloé. Todas ellas están tristes. Rodeada del mar una mansión acoge a las mujeres presas de la tristeza. Para la que se acerca a esta casa declararse triste es llegar sin aliento, sin poder dar un paso más por culpa del cansancio que la vida le ha ido acumulando en las espaldas; las que buscan abrigo en el albergue de Chiloé saben por qué la existencia y sus circunstancias las tienen sitiadas por los cuatro costados. Una mujer puede estar triste aparentemente por muchas razones, pero en el fondo sólo hay una causa verdadera que puede afligirla al grado de llegar a Chiloé : porque ha tomado conciencia de que su condición de mujer la condena a ignorarse a sí misma como persona, porque su femineidad la obliga siempre a vivir para los otros y sólo de esta manera se le permite definirse como ser humano. El amor, la familia, el trabajo y todas las actividades que llegare a realizar, en todo momento estarán signadas por su sexo. Con El albergue de las mujeres tristes Marcela Serrano vuelve a sorprender a sus lectores con esa capacidad narrativa que desde sus primeros libros (Antigua vida mía, 1995, y Nosotras que nos queremos tanto, 1996, ambas publicadas por Alfaguara) la convirtieran en una de las escritoras chilenas con mayor difusión y le permitieran colocarse entre las primeras plumas de las letras españolas que apuntan hacia el siglo XXI.