Una voz insurgente
Despejar algunas incógnitas, deslindar y cancelar anticuadas controversias sobre la lucha de sexos, y hacer luz en el cerebro femenino en cuanto a su nueva situación de sujeto de derecho capaz de fijar una posición propia dentro del territorio de la política, es el objeto de este estudio. El interés...
- Autores:
-
Uribe de Acosta, Ofelia
- Tipo de recurso:
- Book
- Fecha de publicación:
- 1963
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/49522
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/49522
http://bdigital.unal.edu.co/42985/
- Palabra clave:
- 3 Ciencias sociales / Social sciences
36 Problemas y servicios sociales, asociaciones / Social problems and social services
Feminismo
Movimiento Social de Mujeres
Roles de Género
Feminidades/Masculinidades
Participacion Política de las Mujeres
Equidad de Género
Derechos de las Mujeres
Familia
Violencia
Uxoricidio
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | Despejar algunas incógnitas, deslindar y cancelar anticuadas controversias sobre la lucha de sexos, y hacer luz en el cerebro femenino en cuanto a su nueva situación de sujeto de derecho capaz de fijar una posición propia dentro del territorio de la política, es el objeto de este estudio. El interés que despertó en las mujeres un pequeño curso de orientación política desarrollado desde la sede del Sindicato de Telecomunicaciones, y la expresa e insistente petición de las damas que me escucharon para que fueran publicadas esas conferencias, me ha llevado a pensar que mi experiencia puede ser de alguna utilidad para las nuevas ciudadanas que se inician en el difícil ejercicio de la política. Ni erudición científica, ni pretensiones literarias ostentan estas páginas. Simplemente, concretan la expresión auténtica del pensamiento de una mujer que, después de obtener una visión panorámica del territorio nacional, analiza el clima en donde se desenvuelve el juego de la política y quiere fijar una posición auténticamente femenina. Ciertamente la sociedad actual está signada por un anhelo de transformación que bulle y se manifiesta en todas direcciones. El individualismo crudo del siglo pasado ya no tiene resonancia porque, al operarse el proceso de industrialización del país, conjuntamente con el vertiginoso crecimiento de la población, surgen nuevas inquietudes económicas y sociales, que han de abrirse paso para restablecer el equilibrio. El conglomerado humano, que hasta ayer se guiaba por normas hechas para un estado feudalista, requiere hoy nuevos moldes legales y sociales que satisfagan a la inteligencia y hagan posible el acatamiento libre y espontáneo del pueblo a la autoridad política. Como consecuencia de este anhelo de cambio, de esta necesidad de reajuste, emergen grupos de presión que aspiran a movilizar la opinión pública en torno a la expedición de "patrones" que contemplen sus legítimas aspiraciones. Estos grupos insurgen en contraposición a los viejos estamentos, círculos o clases adueñados del poder, que se obstinan en mantenerse anclados en el pasado y en cerrar las puertas de entrada, porque ya todo está organizado y distribuído conforme a las ambiciones del grupo privilegiado que cree tener en sus manos las llaves del control. Es así como vemos aparecer organizaciones sindicales, estudiantiles, obreras, campesinas, comerciales, etc., que cada día cobran mayor fuerza expansiva en sus propósitos de intervención directa en las cuestiones del Estado, sin que a nadie se le haya ocurrido llamarlos partidos o fermento de guerra de clases. Dentro de este breve bosquejo del territorio colombiano, aparecen las nuevas ciudadanas como los únicos seres que no han pensado en agruparse para defender sus derechos hacer valer sus legítimas aspiraciones. Educadas durante siglos para el ejercicio de todas las virtudes negativa y cuidadosamente amaestradas para ignorar, agradar y obedecer, huyen temerosas de todo intento de organización cuando los hombres las señalan como promotoras de la "lucha de sexos". Por esos tremendos problemas del desamparo y del hogar, el abandono de la niñez y el uxoricidio legalizado, se agiganta cada día en este país en donde la moral social descansa únicamente sobre el sacrificio de las tres cuartas partes de la población, que son las mujeres. Hace falta impulsar al conglomerado femenino a dar una mirada sobre la política de su propio país; medir su extensión, sus deformaciones y consecuencias, para que descubra que puede y debe actuar, y que éste, y no otro, es el camino para su plena realización integral como ser realmente útil a la comunidad de la cual forma parte. Creo que el hecho de haber luchado durante treinta años por la conquista de los derechos civiles y políticos para la mujer colombiana, por la prensa, la radio y la tribuna pública, y haber lanzado la revista "Agitación Femenina", primera publicación feminista del país, me autoriza para presentar, en forma sencilla, breve y sintética, una serie de observaciones que quizás puedan contribuir a la orientación de las mujeres del presente. |
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