El extraño olor que hay en mí

Huele todo. Hueles a todos. Cuando hueles algo, ¿qué sensación pasa por tu cuerpo? ¿A qué hueles tú? Todo parece oler, ¿verdad?, aun cuando acercamos nuestra nariz a algo aparentemente inoloro, huele a algo, o a nada. Quizá la nada también huela. Una imposible posibilidad… El olor determina gran par...

Full description

Autores:
Carrillo Reyes, Ania Mireya
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2017
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/60324
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/60324
http://bdigital.unal.edu.co/58646/
Palabra clave:
39 Constumbres, etiqueta, folclor / Customs, etiquette and folklore
7 Las artes; Bellas artes y artes decorativas / Arts and recreation
98 Historia general de América del Sur / History of ancient world; of specific continents, countries, localities; of extraterrestrial worlds
El extraño olor que hay en mí
Maestría interdisciplinar en teatro y artes vivas
Ania Mireya Carrillo Reyes
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:Huele todo. Hueles a todos. Cuando hueles algo, ¿qué sensación pasa por tu cuerpo? ¿A qué hueles tú? Todo parece oler, ¿verdad?, aun cuando acercamos nuestra nariz a algo aparentemente inoloro, huele a algo, o a nada. Quizá la nada también huela. Una imposible posibilidad… El olor determina gran parte de nuestra relación con el entorno, el olor nos brinda la posibilidad de hallar el primer indicio de supervivencia cuando apenas hemos brotado del vientre de la madre, el olor de la fuente de alimento primigenia, para no padecer de hambre cuando somos muy pequeños e indefensos. Hay olores que no se te olvidan, ¿son recuerdos? Olores que buscas para tener la certeza de algo. Olores que no quieres oler, aun así, los hueles porque de alguna manera te alertan. El olor habita todo el tiempo con las formas del mundo, por eso las ves, las hueles hasta las saboreas, las escuchas y las tocas. Moléculas fantásticas que vuelan a tu alrededor como si fueran invisibles, en ciertos momentos te invaden, te extasían, te repelen, te toman por sorpresa. En una palabra: eres vulnerable frente al olor. Hueles todo, todo el tiempo, lo que pasa es que nos distraemos. Ahora mismo estás oliendo y no te das cuenta. En este gesto escritural, hallarás el recorrido que a lo largo de estos dos años me llevó a la inquietud del olor. La retrospectiva del primer olor que recuerdo en mi vida, pasando por los aromas de la cocina de mi abuela materna; el redescubrimiento del centro histórico de mi ciudad natal, Barranquilla, a través de su diversidad de olores, el aprendizaje de un oficio de calle, la venta de flores y sus baños en esencia para la buena fortuna; los viajes a varios lugares del país, cuyas iniciales de sus nombres empiezan por B, registrados en mi archivo corporal-memoria olfativa, por su particularidad de olores; olores que son imágenes para mí; el lapso de mi vida en una ciudad que no podía oler y toda la obsesión que desencadenó hasta por olerme y destilarme a mí misma, para luego retornar a mi sitio de origen. Los espacios vacíos de letras que encontrarás en algunos momentos de tu lectura, te permitirán, quizás, olerte y oler aquello que yo he olido o buscado oler. O que quizá pase el tiempo o llegue el silencio…