Garantías constitucionales de la autonomía territorial en Colombia

A partir de la Constitución de 1991, se implantó un modelo de Estado unitario con autonomía política, administrativa y financiera para sus entidades territoriales buscando desaparecer el excesivo centralismo presente hasta ese momento. Es decir, las entidades territoriales gozan de autonomía para la...

Full description

Autores:
González Sánchez, Yenny Marcela
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2012
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/9457
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/9457
http://bdigital.unal.edu.co/6362/
Palabra clave:
340 - Derecho
Ordenamiento territorial
autonomía
unidad
entidades territoriales
descentralización
territorial autonomy
unity
territorial entities
descentralization
Territorial ordering
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:A partir de la Constitución de 1991, se implantó un modelo de Estado unitario con autonomía política, administrativa y financiera para sus entidades territoriales buscando desaparecer el excesivo centralismo presente hasta ese momento. Es decir, las entidades territoriales gozan de autonomía para la gestión de sus intereses dentro de los límites de la Constitución y la ley. Del estatus de ente autónomo se deriva la titularidad de determinados derechos: gobernarse por autoridades propias, establecer las competencias que les corresponden, administrar sus recursos y constituir los tributos necesarios para el cumplimiento de sus funciones, así mismo, participar en las rentas naciones. Por lo cual, los poderes generales del Estado no podrán ser ejercidos en su totalidad por la administración central, deberá existir una distribución del poder en la que participen las distintas entidades territoriales autónomas Así mismo, el constituyente dispuso que fuera la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (LOOT) la encargada de asignar las competencias normativas a las entidades territoriales, implantando de esta forma que el principio de autonomía territorial sea el garante del equilibrio entre las competencias de la Nación y las de los entes territoriales. Por otra parte, el papel que ha jugado la jurisprudencia de la Corte Constitucional sin duda merece reconocimiento, pues si bien en muchas ocasiones se ha actuado en desmedro de la autonomía de los entes territoriales dando primacía al principio unitario, el alto tribunal también ha aportado elementos indispensables para continuar con el proceso de construcción del aparato territorial colombiano.