El reencantamiento del mundo

Este libro avanza en la construcción de un pensamiento ambiental en el comprometedor espacio de la filosofía. No es fácil reconstruir el camino abierto por la filosofía moderna, demasiado comprometida, sea con las elucubraciones metafísicas heredadas de Platón, sea con el racionalismo reduccionista...

Full description

Autores:
Noguera de Echeverri, Ana Patricia
Tipo de recurso:
Book
Fecha de publicación:
2004
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/9154
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/9154
http://bdigital.unal.edu.co/5963/
Palabra clave:
11 Metafísica / Metaphysics
12 Epistemología, causalidad, género humano / Epistemology
Metafísica
pensamiento ambiental
crisis ambiental
estética ambiental urbana
paradigma ambiental
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:Este libro avanza en la construcción de un pensamiento ambiental en el comprometedor espacio de la filosofía. No es fácil reconstruir el camino abierto por la filosofía moderna, demasiado comprometida, sea con las elucubraciones metafísicas heredadas de Platón, sea con el racionalismo reduccionista impuesto por el dominio tecnológico del mundo. La metafísica impuso una visión dominada por el dualismo filosófico entre sujeto y objeto, entre hombre y naturaleza, entre cuerpo y espíritu. El gran reto del pensamiento filosófico en la actualidad, que Patricia ha asumido con sobriedad y rigor, consiste en superar ese dualismo esterilizante, sin caer necesariamente en el reduccionismo científico. Tanto la ecología, como el pensamiento ambiental que apenas empieza a germinar en las ciencias sociales, intentan recuperar la unidad perdida. Este retorno a la tierra es una aventura arriesgada. Como Ícaro, hemos ascendido tanto en el cielo ilusorio de la metafísica, que descender de nuevo a la tierra puede tener un desenlace fatal. Podemos quedar enterrados ya no en una luminosa isla del Egeo, como le sucedió a Ícaro, sino en el pantanoso campo del reduccionismo científico. No se trata de escoger entre el fisicalismo social y las vanas ilusiones de la metafísica. Se trata de descubrir, o al menos de explorar, un camino nuevo que le permita el hombre afianzar sus raíces en la tierra sin necesidad de enterrarse en ella. La naturaleza es el substrato sobre el que se construye la cultura