La etiopatología de la artrosis

Osteoartrosis como la hemos estudiado en la cadera, es una enfermedad que abarca todos los tejidos articulares pero empieza siendo una reacción de los vasos sanguíneos juxta-condrales que sigue a la degeneración del cartílago articular; esta reacción tiene como resultado una hiperemia ósea. Con...

Full description

Autores:
Trueta, J.
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
1956
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/35518
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/35518
http://bdigital.unal.edu.co/25599/
Palabra clave:
artrosis
etiopatogenia
osteoartrosis
enfermedades reumáticas
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:Osteoartrosis como la hemos estudiado en la cadera, es una enfermedad que abarca todos los tejidos articulares pero empieza siendo una reacción de los vasos sanguíneos juxta-condrales que sigue a la degeneración del cartílago articular; esta reacción tiene como resultado una hiperemia ósea. Con cierta sorpresa observamos que el uso continuado preserva el cartílago articular en lugar de desgastarlo; es cierto que el uso inadecuado es la causa más corriente de la degeneración del cartílago y de la consecuente invasión vascular. A ello se añaden los efectos producidos por la presión excesiva en muchos enfermos que necesitan un tratamiento quirúrgico por osteoartrosis avanzada en la cadera. Esta etiología basada en el sufrimiento articular de configuración normal que han sido afectados anteriormente de inflamación aguda o crónica, o de disfunción hormónica como por ejemplo en la osteoartritis acromegálica. El estímulo al crecimiento de los vasos es el mismo en todos estos casos, esto es, la lesión del cartílago. Una vez los vasos han penetrado, el cartílago, el hueso y la médula del osteofito se forman. El peligro principal en osteoartrosis no es la degeneración del cartílago sino el esfuerzo vigoroso y persistente de reconstrucción, un esfuerzo que agrava todavía más la función articular desordenada no solamente por la formación del osteofito sino por la hipervascularización que debili ta la estructura ósea hasta el punto de no poder soportar el aumento de peso. El desmoronamiento que la sigue provoca nuevos esfuerzos de reparación con los mismos resultados igualmente deplorables. El proceso osteoartrítico parece ser pues, un esfuerzo a transformar la articulación decadente en una de joven y por ello, como en el rejuvenecimiento milagroso del Fausto de Goethe, un precio muy alto se ha de pagar. .