Comunicaciones y documentos: Orientaciones de la filología y la lingüística para la universidad
I- La renovación de los estudios filológicos y lingüísticos que se ha llevado a cabo en Colombia en los dos últimos lustros impone la necesidad de que tales estudios entren a formar parte, con un carácter sistemático, de los planes de estudio de la Universidad colombiana. Hasta ahora, es cierto, las...
- Autores:
-
Martínez, Fernando Antonio
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 1957
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/63215
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/63215
http://bdigital.unal.edu.co/63422/
- Palabra clave:
- 4 Lenguas / Language
41 Ligüística / Linguistics
8 Literatura y retórica / Literature
Estudios filológicos
Estudios lingüísticos
Criterio literario
Filología clásica
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | I- La renovación de los estudios filológicos y lingüísticos que se ha llevado a cabo en Colombia en los dos últimos lustros impone la necesidad de que tales estudios entren a formar parte, con un carácter sistemático, de los planes de estudio de la Universidad colombiana. Hasta ahora, es cierto, las distintas Facultades de Filosofía y Letras o institutos de naturaleza semejante o parecida, se han preocupado por mantener una enseñanza de índole general que capacitaba al estudian te para abordar las arduas cuestiones del Humanismo. Pero hoy, cuan do cada vez más se siente una notoria preocupación por las cuestiones, particularmente las referentes a lenguas y literaturas, que el mismo Humanismo plantea con carácter de urgencia, es necesario que se de limiten los campos de estudio, se prevea la enseñanza sistemática de la filología y la lingüística, y se establezcan las bases de una especialización en estas disciplinas que conduzca, de manera natural, a la investigación personal. La Universidad, pues, debe colocarse en primer término ante el problema de la división del trabajo. Humanismo, sí; pero para lograr una formación humanística menos vaga y teórica habrá que separar nítidamente dos ramas de estudios que siempre han sido consustanciales a él, o en él se han hallado implicadas: el conocimiento serio y ordenado de las distintas literaturas y el de las lenguas o idiomas en que aparecen cultivadas. La investigación en cuanto tal vendrá a ser el común denominador de la preocupación universitaria por una cultura homogéneamente orientada y positivamente fecunda. II. — Fil o l o g ía . La literatura, que entre nosotros ha venido sien do objeto de una enseñanza meramente histórica, debe cambiar de orientación. Es verdad que el concepto de lo histórico no puede des glosarse de la existencia misma de los textos literarios; pero reducir la literatura a su historia es, no solamente un abuso metodológico, sino una eficaz manera de falsear la realidad de la materia literaria. Por otra parte, la enseñanza puramente histórica conduce fácil e insensible mente al fenómeno de la memorización mecánica, que es la negación de la actitud creadora del espíritu frente a la obra literaria. En cambio, la obligatoria e ineludible necesidad de que el estudiante éntre en contacto directo con los textos, es el paso obligado y forzoso para la adquisición de un criterio literario y el único camino para llegar hasta un Humanismo activo y consciente. Además, sólo el conocimiento directo de los textos literarios podrá proyectar la afición a lo que es propiamente filología y conducir a una visión clara de lo que constituye la suma o totalidad de los problemas filológicos. |
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