Casa, mujer y cuerpo
La mujer en su papel de madre dentro de la institución familiar, encardada de procrear y de criar a los hijos, ha tenido como espacio principal para su desarrollo la casa, un espacio que si bien la mujer no ha concebido, ni diseñado, sí se lo ha apropiado, al constituirlo como lugar de contención, d...
- Autores:
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García Moreno, Beatriz
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 2001
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/53104
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/53104
http://bdigital.unal.edu.co/47624/
- Palabra clave:
- 15 Psicología / Psychology
3 Ciencias sociales / Social sciences
36 Problemas y servicios sociales, asociaciones / Social problems and social services
Identidades de Género
Imaginarios Sociales
Corporalidades
Trabajo Doméstico
Maternidades
Público-Privado
Deseo
Goce
Derechos Sexuales y Reproductivos
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | La mujer en su papel de madre dentro de la institución familiar, encardada de procrear y de criar a los hijos, ha tenido como espacio principal para su desarrollo la casa, un espacio que si bien la mujer no ha concebido, ni diseñado, sí se lo ha apropiado, al constituirlo como lugar de contención, donde ella se expande, a la vez que adopta como su propia referencia, como el espejo que le devuelve su identidad. La casa se convierte en extensión misma de su propio cuerpo y sus imaginarios; es contenedora de ella misma y límite de su imagen. La casa de la que aquí se habla está definida por el papel de la madre en la institución familiar, y se habita principalmente, desde esa función asignada, a la cual tratan de adherirse las condiciones propias del cuerpo y su sexualidad. La casa de la familia, la concibe la mujer como el nido donde cría y protege a sus hijos; como una imagen que coincide con la imagen de su cuerpo, que al mirarlo desde el papel de madre, se presenta como vasija moldeable que puede ser llenado totalmente, que lleva la semilla y permite su crecimiento, que contiene las posibilidades de alimentar y cuidar de los que ha procreado; que se despliega en abrazo, que da protección y calor. Su cuerpo se expande a cada espacio de la casa, no deja libre rincón alguno, valiéndose de colores, olores, objetos de una u otra clase que hablan de su presencia, y de esta manera, reafirma su imagen como madre. Su cuerpo de madre lleno se hace cuerpo de la casa para ser habitada; se entrega a su función de receptáculo y se pierde en el fantasma que la habita para llevar a cabo su tarea. La imagen imaginada de la madre busca ocupar la casa plenamente, sin dejar espacio para nada más, sin tener en cuenta que al hacerlo invade el espacio, haciendo aparecer las fisuras y, por más que se esfuerce, convirtiendo lo que parecía tan conveniente en posibilidad misma para lo siniestro... |
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