Stultifera navis: experimentos para extirpar el alma del individuo
Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial el mundo experimentó una suerte de esplendor. Incesantes promesas de progreso esbozaban un futuro infalible, fríamente calculado, casi exento de cualquier posibilidad de error. Esta atmósfera, cimentada en avances científicos, en la conquista del espacio y...
- Autores:
-
Ochoa Sánchez, Verónica
- Tipo de recurso:
- Fecha de publicación:
- 2013
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/47614
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/47614
http://bdigital.unal.edu.co/40921/
- Palabra clave:
- 15 Psicología / Psychology
61 Ciencias médicas; Medicina / Medicine and health
7 Las artes; Bellas artes y artes decorativas / Arts and recreation
79 Artes recreativas y de la actuación / Sports, games and entertainment
Stultifera Navis
Máquinas inútiles
Fracaso de la especie
Retrofuturismo
Useless machines
Failure of the species
Retrofuturism
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial el mundo experimentó una suerte de esplendor. Incesantes promesas de progreso esbozaban un futuro infalible, fríamente calculado, casi exento de cualquier posibilidad de error. Esta atmósfera, cimentada en avances científicos, en la conquista del espacio y en discursos en torno al consumo devino en esta sociedad de hiper abundancia de la cual hoy somos testigos activos. Sin embargo, este paisaje deslumbrante fraguado en las agencias de publicidad contrasta con una devastación también global, pero que a nuestros ojos, ocurre en un espacio-tiempo marginal, que dista de nuestro concepto de realidad, como si aquello perteneciera a un mundo de ficción. Stultifera Navis (Nave de los locos) surge de una serie de hipótesis en torno a este paisaje de la hiper-abundancia vs. el fracaso global, en últimas emerge de un rabioso cuestionamiento frente a toda noción construida en torno al concepto de progreso. Inevitablemente viaja en esta nave también la subsecuente melancolía que aparece al contemplar la posibilidad de reconocer nuestro fracaso como especie y nuestra estruendosa caída metafísica. Nicanor Parra sugiere que el fin del mundo ya tuvo lugar hace un buen tiempo, pero que los humanos no hemos tenido la agudeza de darnos cuenta de que esto que vivimos no es ya la vida sino una suplantación artificiosa de la misma. Va la nave de los locos, como una burbuja ilusoria que refleja la burbuja global. Atiborrada de máquinas inútiles que eximen al individuo de hallarse a sí mismo, que diluyen su voluntad, que extirpan su ánima, o lo poco que de ella queda: Un extractor de memoria, un generador de nuevos significados, un autómata llamado El Hombre Perfecto, una máquina para decir adiós, un mecanismo para abolir la melancolía profunda, un radio trasmisor para cantarle la tabla a la humanidad y un simulador del fin del mundo. Aunque muy esplendorosa es la atmósfera, como en un comercial de los años 50´s, algo se pudre debajo del imponente tapete fucsia que recubre la Stultifera Navis. Muchos califican esta pieza como una de humor negro, yo, en cambio, considero que en el intento de llevar el pesimismo más allá de los límites,de propiciar su desbordamiento, fui a dar a una mueca de desconcierto que mucho se parece a la risa |
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