Nota editorial. la cirugía en parís: carta de un cirujano parisiense al doctor jorge calvo escobar

Nuestra vieja y venerable facultad de medicina es siempre la encargada, oficialmente, de formar los futuros cirujanos, puesto que es el diploma de doctor en medicina el que confiere aun, hoy como ayer, el derecho de ejercer la cirugía. La universidad de París fue fundada en 1150, la facultad de medi...

Full description

Autores:
Braine, J.
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
1938
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/41082
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/41082
http://bdigital.unal.edu.co/31179/
Palabra clave:
Historia de la medicina
Facultades de medicina
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:Nuestra vieja y venerable facultad de medicina es siempre la encargada, oficialmente, de formar los futuros cirujanos, puesto que es el diploma de doctor en medicina el que confiere aun, hoy como ayer, el derecho de ejercer la cirugía. La universidad de París fue fundada en 1150, la facultad de medicina en 1270. La enseñanza de la cirugía no salió del empirismo sino durante el siglo XVI, fue al principio dirigida y consagrada, fuera de la facultad, por el colegio de San Cosme que ilustro Ambrosio Paré. La medicina y la cirugía marchaban en ese entonces completamente separadas, con una enseñanza, diplomas y privilegios distintos. La facultad y el colegio real de cirugía fueron suprimidos al mismo tiempo bajo la revolución, en 1792, restablecida con el nombre de escuela de salud (Ecole de sante) por la convención en 1794, la facultad no recobró su título sino en 1808, de ahí en adelante, la fusión de médicos y de cirujanos se realizó definitivamente. La creación de un diploma especial de cirujano ha sido muy discutida en el curso de los últimos años. Estaría destinada a encauzar la ola creciente de ciertas incompetencias que arriesgan, al democratizar en exceso, envilecer y arrastrar al abismo el ejercicio de la cirugía. Esta idea, por el momento latente, será vuelta a tener en cuenta próximamente. Parece cierto que si este diploma de especialidad se adopta, debe ser conferido por la Facultad y no por un órgano corporativo como el Sindicato de Cirujanos Franceses, que pensó recientemente reservarse el privilegio.