Editorial - bienvenidos a la x semana técnica

EditorialApreciadas y apreciados lectores,Nos es grato que tengan en su mano el número 1 del volumen 37 de la revista Geología Colombiana, que editamos encolaboración con la revista Facies y los organizadores de la X Semana Técnica de Geología e Ingeniería Geológica, queeste año se llevará a cabo de...

Full description

Autores:
Cramer, Thomas
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
2012
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/43896
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/43896
http://bdigital.unal.edu.co/33994/
Palabra clave:
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:EditorialApreciadas y apreciados lectores,Nos es grato que tengan en su mano el número 1 del volumen 37 de la revista Geología Colombiana, que editamos encolaboración con la revista Facies y los organizadores de la X Semana Técnica de Geología e Ingeniería Geológica, queeste año se llevará a cabo del 17 al 22 de septiembre de 2012 en las instalaciones de la Sede Bogotá de la UniversidadNacional de Colombia.Las Semanas Técnicas son eventos principalmente organizados por estudiantes de las diferentes escuelas de geocienciase ingeniería en el país. No son un Congreso Geológico. Pero, ¿por eso son menos importantes? ¡No, de ningunamanera!.En el mes de agosto se realizó el 34 Congreso Geológico Internacional en Brisbane, Australia, el máximo eventogeocientífico en nuestro planeta, lo que se expresa en las cifras impresionantes de 6.000 participantes y 3.000presentaciones. Los que tuvimos la suerte de asistir por Colombia y otros países de América Latina, nos dimos tambiéncuenta que lo espectacular, detallado, nuevo y conocido presentado en estas olimpiadas mundiales de las geocienciases lo que se está preparando aquí en las universidades y escuelas, las salidas de campo, las pasantías empresariales yen las administraciones, o los intercambios académicos. Lo decisivo es que haya interés, entusiasmo y la voluntad deentender, de aprender, de compartir y discutir lo que se ve, hace y piensa. Esta es la función básica de un congreso,y es igualmente la razón de ser de la Semana Técnica. Y que nadie diga que no hay avances en los países que solíanllamar Tercer Mundo. Mientras casi todos los Congresos Geológicos Internacionales se desarrollaron en Europa yNorteamérica el próximo CGI en el 2016 se hará en la República de Suráfrica y para el 2020 la India se impuso frentea Canadá.Hace exactamente 50 años la revista Geología Colombiana vio la luz del mundo, después de que en 1962 unpequeño grupo de profesores del Departamento de Geología de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotáempezó a dedicarse a esta tarea nada fácil, sin computador, sin Internet, pero sí con entusiasmo, con curiosidad y conconocimientos excelentes que valían la pena divulgarse.El desarrollo de estos trabajos y publicaciones durante los últimos 50 años ya se puede leer en Internet (www.revistas.unal.edu.co/index.php/geocol) y usar como una base muy válida para aprender e investigar sin "descubrir la rueda denuevo" con cada trabajo de investigación, sino basándose en lo que ya se hizo en Colombia y fuera del país.Ahora bien, aunque es cierto que no todos los trabajos que publicamos en la presente edición de Geología Colombianapara la Semana Técnica cumplen con los altos estándares requeridos para artículos, resúmenes, notas cortas o proyectosbien elaborados, finalmente decidimos publicar prácticamente todos los envíos, no sin antes haber realizado variasrevisiones y mejoras, porque ellos reflejan tanto una realidad como sus retos.En los artículos se puede apreciar una parte del abanico fascinante de investigaciones y trabajos en curso que estánrealizando estudiantes de diferentes niveles. Y es apasionante ver no sólo la gran variedad, sino en algunos de lostrabajos la profundidad, buena fundamentación e innovación de los temas y métodos aplicados. Y obviamente, vemoscon gran curiosidad hacia el futuro, los nuevos frutos que van a brindar estos semilleros de investigadores jóvenesguiados por profesores con mucha experiencia y compromiso.Dentro de este esquema de retos, tienen una alta prioridad la necesidad de aprender y de motivarse a escribir y publicarlas observaciones y los resultados de las investigaciones. Seguramente todos conocemos excelentes geólogos, quetienen un tesoro admirable de experiencia en los terrenos más complicados de Colombia. Pero -lastimosamentepublicaronmuy poco y esto no contribuye a la necesaria, impostergable y dinámica función de la investigación cuales, la difusión del conocimiento. No olvidemos una regla a veces frustrante: lo que no se publica no existe.Editorial4Pero hay una razón aún más importante para hacer público el conocimiento a través del escrito: las geociencias dehecho son, cada vez más, no solamente ciencias naturales sino ciencias sociales. Lo que investigamos o nó, lo quepublicamos o nó, tiene influencia y a veces importancia vital, para el rumbo de la sociedad y hasta para el futuro delplaneta. Ya está reconocido dentro de las geociencias definir una nueva época dentro del Cuaternario, el Antropoceno,la transformación de la haz geológica de la tierra por los seres humanos y su forma de producción. Cambio climático,riesgos naturales, deslizamientos, vías, represas, regularización de los ríos, crecimiento de las ciudades, suelos,deforestación, biodiversidad y minería son algunos ejemplos. Y no hay ninguna razón por la que solamente abogadoso administradores de empresas deban opinar y decidir sobre los asuntos relacionados estrechamente con los procesosendógenos y exógenos en la tierra. Eso no significa que todos opinemos lo mismo.Esta necesidad de investigación geocientífica se hace aún más dramática en vista del "boom minero" o la "locomotoraminera para el desarrollo del país". Sin duda, desde la Edad de Piedra o del Cobre, y más con el comienzo de larevolución industrial, la minería ha creado la base para la civilización, las ciencias y las sociedades modernas con todassus contradicciones. Pero en países como Colombia, la minería ha asumido desde la Colonia, un carácter de rapiña, deganancia de mucho dinero en poco tiempo, y ha aportado poco para el desarrollo integral de las Ciencias Naturales yde la sociedad en su conjunto. Cada vez más nuestros egresados van a trabajar en exploración y explotación minera.La demanda creciente en fuentes de energía, minerales estratégicos metálicos o industriales, fertilizantes, materiales deconstrucción etc., empuja sus precios hacia arriba y ha transformado a los geólogos en uno de los grupos de profesionalescon mayores ingresos en el país. Noticias sobre minerales y elementos hasta hace poco desconocidos en la percepciónpública (como el "coltan" o los Elementos de Tierras Raras) no solamente alimentan especulaciones exageradas acercade sus bondades o peligros sino que expresan también una curiosidad de conocer más acerca de los recursos en elsubsuelo y posibles aplicaciones en tecnologías de punta. Pero debido a la tradición, el desconocimiento, la faltade responsabilidad y hasta actividades criminales de actores nacionales e internacionales, se generan espectativasy alertas sobre el peligro inminente de que esta "locomotora minera" destruya los ecosistemas a veces únicos comolos páramos o la selva tropical, la hidrosfera, las relaciones sociales y hasta las bases de nuestra sobrevivencia, nopueden verse solamente como enunciados o reclamos que surgen de los prejuicios de algunos enemigos del progreso.No hay minería, ni carretera, ni ciudad, sin impacto medioambiental. Pero para limitar sus alcances y mitigar susefectos negativos hay que salir de lo empírico y llegar a una comprensión profunda, técnica y científica de todas susimplicaciones. El debate sobre estos temas se maneja y se debe hacer dentro de la comunidad geocientífica. Pero debebasarse en investigación real, profunda, a gran escala y en detalle - y cada vez más interdisciplinaria- para armarnospara los grandes desafíos que la sociedad solicita de nosotros y también por nuestro propio sentido de responsabilidad.Pero si la sociedad, las empresas y el Estado no ponen suficientes recursos en las universidades, en los pregrados,maestrías y doctorados, en el Servicio Geológico, y las otras entidades, en la dotación, con equipos y contratos detrabajo estables va ser muy difícil poner las geociencias a las alturas necesarias.Para poder aportar positivamente en el debate público y en el desarrollo de la comprensión de los complejos sistemasde la tierra, es necesario salir de las oficinas cerradas y perder el miedo a opinar y a publicar. Esta es la misión principalde revistas como Geología Colombiana, para lo cual convocamos a nuestros lectores, a estudiantes jóvenes, así comoa científicos y a profesionales con mucha experiencia.En este sentido hoy les damos a ustedes la bienvenida a la X Semana Técnica de Geología e Ingeniería Geológica; ydesde ya les invitamos a participar en el próximo XIV Congreso Colombiano de Geología que se realizará a finales dejulio de 2013 en la Ciudad de Bogotá.Finalmente agradezco a las personas que con sus aportes y esfuerzos hicieron posible la presente publicación, y muyespecialmente a nuestra asistente editorial María Fernanda Almanza y Andrés Calderón coordinador editorial de CBEditores.Thomas CramerEditor