Apertura económica- seguridad alimentaria y economía campesina
Las importaciones agrícolas sin restricciones que vinieron con la apertura económica, especialmente las de maíz y fríjol que se hicieron durante el segundo semestre de 1995, afectaron fuerte y negativamente a los productores colombianos, sobretodo a los campesinos. En estudios de caso realizados en...
- Autores:
-
Herrera Rojas, Gilberto
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 1996
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/34241
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/34241
http://bdigital.unal.edu.co/24321/
- Palabra clave:
- peasant
kidney beans
tood security
seguridad alimentaria
campesinos
apertura económica
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | Las importaciones agrícolas sin restricciones que vinieron con la apertura económica, especialmente las de maíz y fríjol que se hicieron durante el segundo semestre de 1995, afectaron fuerte y negativamente a los productores colombianos, sobretodo a los campesinos. En estudios de caso realizados en la provincia Guanentina de Santander, se comprobó que los campesinos sufrieron fuertes pérdidas en la cosecha de fríjol del segundo semestre del año anterior. Los precios al productor se derrumbaron a casi el 60% de los precios históricos, por culpa de las importaciones indiscriminadas de fríjoles provenientes de Canadá, Ctrína, USA, Ecuador y Perú (sin contar el contrabando que llegó por las fronteras de Ecuador y Venezuela). Los productores colombianos están muy lejos de poder competir con los precios internacionales que oscilaron entre US$ 0,40 y US$ 0,60 el kilogramo, mientras los costos de producción estaban por encima de los US$ 0,80 el kilo. Esa cosecha arruinó a miles de campesinos en Santander, algunos de los cuales emigraron hacia las ciudades de la costa atlántica. Las importaciones de maíz, el año pasado, casi se duplicaron y los precios que recibieron los productores nacionales cayeron en casi un tercio. En 1996, los precios reaccionaron por factores coyunturales decorto y mediano plazo en USA y en la China. La tendencia en los mercados mundiales es que los grandes productores quebrarán la producción de países como el nuestro quedependerán, cada vez más, de las importaciones. Colombia está muy lejos de poder competir con los rendimientos, costos de producción y precios de Canadá, USA y Argentina.El dilema es que ambos cultivos son parte crucial de la seguridad alimentaria del campesinado y del país. |
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