La selección natural y los cultivos transgenicos: ¿un hiato darwinista?.
En diciembre del 2008, se reportaron 125 millones de hectáreas de variedades transgénicas de soya, maíz, algodón y canola, sembradas en 23 países de los cinco continentes. Estas variedades fueron transformadas con genes de origen procariote, que les confieren la capacidad de resistir el ataque de i...
- Autores:
-
Chaparro Giraldo, Alejandro
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 2009
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/25080
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/25080
http://bdigital.unal.edu.co/16117/
http://bdigital.unal.edu.co/16117/2/
- Palabra clave:
- Ciencias Biológicas
Evolución
Biotecnología
Selección natural
cultivos transgénicos
flujo de genes.
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | En diciembre del 2008, se reportaron 125 millones de hectáreas de variedades transgénicas de soya, maíz, algodón y canola, sembradas en 23 países de los cinco continentes. Estas variedades fueron transformadas con genes de origen procariote, que les confieren la capacidad de resistir el ataque de insectos lepidópteros o tolerar dosis comerciales de herbicidas. Desde el inicio de la ingeniería genética, se ha planteado la cuestion de si estos organismos, liberados de manera masiva en los agroecosistemas, pueden causar efectos ambientales negativos en el mediano plazo, o efectos evolutivos desastrosos en el largo plazo. Una manera de analizar este problema, es considerar si pueden escapar a la selección natural darwinista, por el hecho de haberse introducido genes foráneos mediante manipulación humana. Para ello, se estudia la literatura disponible sobre el flujo de genes, desde los cultivos modificados hacía sus parientes silvestres estrechamente relacionados. Existe evidencia empírica de la hibridación entre materiales mejorados por métodos convencionales (hibridación, retrocruces, selección) o biotecnológicos (transferencia de genes foráneos) y parientes silvestres estrechamente relacionados. En todo caso, los efectos de estas hibridaciones dependen de la interacción entre el gene transferido y el pariente silvestre, en el ecosistema particular en que ocurra. El mayor efecto ambiental y evolutivo, es el resultado de la introgresión del transgene en el pariente silvestre, proceso que implica la estabilización del transgene en el genoma hospedero, resultado de sucesivas generaciones de hibridación y retrocruce. La introgresión depende mas de la naturaleza del gene, y del local que ocupa en el genoma donante, que del mecanismo de introducción en dicho parental. No se han reportado efectos negativos sobre la diversidad genética de las especies transformadas, ni sobre el ambiente o los consumidores. Los cultivos transgénicos no escapan a la selección natural darwinista. |
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