Reflexiones sobre el conflicto armado colombiano desde una mirada feminista ¿Una última oportunidad?
Probablemente esta no sea una pregunta tremendista; a juzgar por las circunstancias de la historia colombiana contemporánea, es plausible pensar que esta sea la última oportunidad que tenemos sobre la tierra para sobrevivir como seres humanos y como comunidad política. La sociedad civil, de la que f...
- Autores:
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Velásquez T., Magdala
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 2001
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/53079
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/53079
http://bdigital.unal.edu.co/47585/
- Palabra clave:
- 3 Ciencias sociales / Social sciences
36 Problemas y servicios sociales, asociaciones / Social problems and social services
Negociación Política del Conflicto Armado
Participación de Mujeres en Proceso de Paz
Enfoque Diferencial
Sistema Democrático
Inequidad de Género
Polarización Social
Actores Armados
Cultura Política
Crítica Feminista
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | Probablemente esta no sea una pregunta tremendista; a juzgar por las circunstancias de la historia colombiana contemporánea, es plausible pensar que esta sea la última oportunidad que tenemos sobre la tierra para sobrevivir como seres humanos y como comunidad política. La sociedad civil, de la que formamos parte las mujeres, en sus variadas expresiones organizativas de clase social, étnica, política, religiosa, cultural, regional y generacional, en las actuales condiciones del conflicto armado colombiano, tiene la necesidad de trabajar a profundidad múltiples aspectos para posicionarse como interlocutora válida en el proceso de negociación. Y así, desde esa perspectiva, contribuir a la superación de las dificultades que históricamente se han presentado para lograr conversaciones fructíferas conducentes a concertar un proyecto de país en el que sea posible la vida digna, el pleno disfrute y desarrollo de las posibilidades humanas de mujeres y hombres, con capacidad para vivir en paz con los demás seres humanos y con la naturaleza. Las mujeres, como el resto de la sociedad civil colombiana, sufrimos la carencia histórica de una educación y una práctica democráticas y de una formación para la paz. Los imaginarios sociales que desde la derecha y la izquierda han rendido culto a la fuerza son reforzados por imperativos religiosos y dogmas políticos que creen que la sangre redime y es semilla, que los héroes son los personajes quienes por su disposición a matar y a morir han merecido y siguen mereciendo pasar a la historia y que además quienes no están en esa categoría guerrera son personajes de segunda, cuya palabra es desmerecida. |
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