Lo que deseas (El dormido está dentro)

Un sueño es una motivación que nos mantiene viva la ilusión de alcanzarlo. Un ideal es una construcción conceptual basada en un referente real, luego de un proceso mental y emotivo. Estas dos ideas habitan a la vez, de manera cómoda en muchas personas. Para Daniel son una dicotomía que lo ahoga, hac...

Full description

Autores:
Machado Toquica, Juan Gabriel
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2013
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/21306
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/21306
http://bdigital.unal.edu.co/12076/
https://repositorio.unal.edu.co/
Palabra clave:
860 - Literatura española y portuguesa::863 - Ficción española
770 - Fotografía, arte computacional, cinematografía::777 - Cinematografía y videografía
Espejismo
Sueño
Soledad
Felicidad
Construcción de un futuro
Construcción de un futuro
Mirage
Dream
Loneliness
Felicidad
Guión de cine
Literatura de ficción
Escritura creativa
Film scripts
Fiction
Creative writing
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:Un sueño es una motivación que nos mantiene viva la ilusión de alcanzarlo. Un ideal es una construcción conceptual basada en un referente real, luego de un proceso mental y emotivo. Estas dos ideas habitan a la vez, de manera cómoda en muchas personas. Para Daniel son una dicotomía que lo ahoga, hacen parte de su historia de amor. Daniel, como muchos, quiere enamorarse y tener una vida sin sobresaltos; desea cumplir sus “sueños”, sencillamente desea “ser feliz”. Quiere construir un futuro quizás de la mano de alguien. Tuvo un amor de juventud que lo marcó, una oportunidad para conseguir esa felicidad que desea, pero decidió dejarla pasar. Hoy, luego de ser despedido de su trabajo, se enfrenta a la crisis demoledora del fracaso y el vacío es su notable compañía. El único resguardo en su soledad, además de su gran amigo Alfonso, es Sofía “la mujer de sus sueños”. Ella es el deseo que lo mantiene vivo, que lo aferra a la vida y no lo deja perderse en su frustración. Sofía pone sus esfuerzos en cuidarlo, lo ayuda a conservar la ilusión de alcanzar metas que parecen lejanas y difíciles, lo provoca con cada gesto lúbrico, pasa las noches acompañándolo, dándole apoyo, amándolo. Daniel busca trabajo aferrado a la realidad aunque ésta sea incesante y eterna, aunque el paso del tiempo se haga incontrolable e incontenible. Trata de no desistir en la labor de conseguir una vida feliz, “ideal”. En el medio de esa tensionante espera por una nueva oportunidad, tropieza con Mariana. Mariana es un “encuentro impensado”, otro tipo de “ideal”. La ve por primera vez en un café. Encantado con su presencia intenta hablarle, pero tímido y torpe no consigue llamar su atención. La servilleta que Mariana olvida, es la remota posibilidad de volverla a ver. Ese “encuentro” es una luz de esperanza que se pierde en la inmensidad de la ciudad en el momento en que Mariana desaparece entre las calles. Daniel conserva la servilleta, como una ilusión, como prueba tácita de ese momento. Sigue su insistente búsqueda de trabajo. Por fortuna lo llaman de una empresa que solicita sus servicios. El día del anuncio, saltando de felicidad, llama a Alfonso y sin darse cuenta deja caer de su bolsillo la “servilleta”. En ese mismo instante, se cruza por segunda vez con Mariana que gentilmente la recoge y se dirige a entregársela. Daniel casi pierde el sentido al verla frente a él, salta, alza a Mariana, gira en círculos, su emoción es inmensa. Apenado por su reacción le pide que acepte como disculpa una invitación a tomar un café. Esa cita es el inicio de una historia de amor soñada por muchos de nosotros. Con ese ingrediente maravilloso y motivante que es el “amor”, la vida de Daniel toma un rumbo esperanzador y extraordinario. Su trabajo avanza por buen camino. Tanto así que decide darse la oportunidad de ser feliz con Mariana, quien también toma la misma decisión. Ese ideal impensado hace que Daniel fije la atención en su vida real. Sin embargo, Sofía aún intenta de maneras insospechadas de retener a Daniel en sus sueños. Irrumpe en la realidad para hacerlo soñar, poniendo en riesgo la estabilidad de Daniel a tal punto que casi provoca un despido de su trabajo. Sofía crea desacuerdos y pelas con Mariana. Juguetea con la posibilidad de tener a Daniel sólo para ella, así sea a la fuerza. Así es Sofía, esa parte de Daniel capaz de pasar esa débil frontera de ser “la mujer de los sueños” para transformarse en una pesadilla, el deseo desbocado que aniquila la sensatez. Daniel, maltrecho por este inestable e impredecible comportamiento de Sofía, busca sosiego en la compañía de Alfonso quien lo lleva a un cafetín detenido en el tiempo en el que se esconde la salida de su caótica dicotomía. Allí, sin esperarlo, conoce a un grupo de viejos, que parecieran amigos de toda la vida, quienes con la experiencia que dan los años, lo aconsejan y le ayudan a reconstruir a Sofía y a ver con nitidez el espejismo que ella ha armado de él. Cerrando la caja de pandora, Daniel encuentra la posibilidad de construir un amor “real” con Mariana. (Texto tomado de la fuente).