Periódico 15 : Edición 57: Octubre de 2004

“Mi nombre es Jhon Melo. Tengo 32 años y soy el menor de cinco hermanos, dos mujeres y tres hombres. Mi mamá es ama de casa y mi papá es jubilado. Vivo con ellos porque mis otros hermanos ya tienen familia y viven fuera de casa. Ahora espero el tratamiento para estabilizarme, para iniciar una vida n...

Full description

Autores:
Betancur B., Juan Gonzalo
Virviescas Gómez, Pastor
Tipo de recurso:
http://purl.org/coar/resource_type/c_2fe3
Fecha de publicación:
2004
Institución:
Universidad Autónoma de Bucaramanga - UNAB
Repositorio:
Repositorio UNAB
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.unab.edu.co:20.500.12749/21346
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/20.500.12749/21346
Palabra clave:
Conflict
Culture
Environment
Politics
Economy
Chronicle
Education
Health
AIDS
Cemeteries
Conflicto
Cultura
Medio ambiente
Política
Economía
Crónica
Educación
Salud
Área Metropolita de Bucaramanga
Sida
Cementerios
Rights
License
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/co/
Description
Summary:“Mi nombre es Jhon Melo. Tengo 32 años y soy el menor de cinco hermanos, dos mujeres y tres hombres. Mi mamá es ama de casa y mi papá es jubilado. Vivo con ellos porque mis otros hermanos ya tienen familia y viven fuera de casa. Ahora espero el tratamiento para estabilizarme, para iniciar una vida normal, buscar trabajo, dedicar tiempo para mí y para mi familia... Recuperar el tiempo perdido... Ya tomé conciencia de todos los errores que cometí, del daño que le hice a familiares, amigos y a gente desconocida. Quiero ayudar a la gente que me necesite y poder trabajar en conjunto con alguna fundación que apoye a personas que, como yo, tienen sida. Trabajé en diferentes lugares: en almacenes de ropa, un supermercado, una constructora y una fábrica de cemento. Después entré a estudiar administración financiera pero sólo hice hasta segundo semestre. Con el trabajo empecé a tener muchos amigos y a dedicarme ala rumba. Entonces yo trabajaba era por salir, por la ropa... Uno se vuelve como frívolo... Creo que llevo unos 12 años rumbeando sin parar los fines de semana y hasta por más tiempo. Me embriagaba y llegué a probar las drogas, cocaína, porque era lo único que consumía; el desorden, los bares, la gente... Uno se pierde dejándose llevar por la droga, el alcohol y los amigos.