Comparación del error de predicción de fórmulas biométricas al implantar lentes intraoculares monofocales asféricos
La catarata (33%) y los errores refractivos no corregidos (42%) son las principales causas de ceguera prevenible en el mundo según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2010(1). Así mismo, la discapacidad visual está presente en mayor número en las personas mayores de 50 años,...
- Autores:
-
Lapuente Guzmán, Jessica Lorena
- Tipo de recurso:
- Fecha de publicación:
- 2021
- Institución:
- Universidad Autónoma de Bucaramanga - UNAB
- Repositorio:
- Repositorio UNAB
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repository.unab.edu.co:20.500.12749/13952
- Acceso en línea:
- http://hdl.handle.net/20.500.12749/13952
- Palabra clave:
- Medical sciences
Health sciences
Ophthalmology
Waterfall
Refractive errors
Lens diseases
Intraocular lenses
Artificial implants
Oftalmología
Ciencias médicas
Enfermedades del cristalino
Lentes intraoculares
Implantes artificiales
Ciencias de la salud
Catarata
Errores refractivos
- Rights
- openAccess
- License
- http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/co/
Summary: | La catarata (33%) y los errores refractivos no corregidos (42%) son las principales causas de ceguera prevenible en el mundo según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2010(1). Así mismo, la discapacidad visual está presente en mayor número en las personas mayores de 50 años, grupo en el que es especialmente prevalente la catarata. La catarata se describe como la opacificación del cristalino y la más común de ellas es la catarata senil, que se desarrolla a partir de la sexta década de la vida. A medida que se desarrolla la opacificación del cristalino, la agudeza visual empieza a disminuir paulatinamente, y de no frenarse, puede limitar la visión de manera tan importante que modifica el estilo y la calidad de vida del paciente, considerándose una discapacidad visual. Al no existir un tratamiento médico, su única alternativa de tratamiento es quirúrgica, removiendo la catarata e implantando en su lugar un lente intraocular (LIO) devolviendo así la transparencia de los medios, e idealmente, logrando un equivalente esférico neutro. El desarrollo y la evolución de las técnicas quirúrgicas han llevado, así mismo, a un crecimiento acelerado en el desarrollo de lentes intraoculares que, hoy por hoy, brindan una gran satisfacción visual a los pacientes. Para lograr esto, es necesario tener en cuenta un gran número de factores, desde los inherentes al paciente y su anatomía, expectativas visuales, defectos refractivos previos, pasando por el equipo a utilizar, los insumos, y entre ellos, los lentes intraoculares (LIOs). La gran mayoría de lentes intraoculares modernos son lentes esféricos cuya función es corregir las aberraciones esféricas del ojo áfaco. El tamaño de la óptica, la forma y disposición de las hápticas, el material con que se elabora, la longitud total, el sitio de implantación, el diámetro y los filtros, son unas de las muchas variables de los lentes intraoculares que están disponibles en el mercado. Así mismo, los lentes flexibles son superiores frente a su versión rígida, debido a la gran ventaja de poder ser implantados a través de una herida corneal pequeña minimizando el trauma ocular. El lente Acrysof IQ de laboratorios Alcon, un lente plegable de copolímero de acrilato/metacrilato, asférico y biconvexo, es considerado uno de los mejores lentes disponibles en el mercado actual, razón por la cual su uso e implante ha tenido un gran auge y es de gran preferencia entre los cirujanos que a diario realizan cirugía de catarata. Para poder brindar al paciente la mejor agudeza visual corregida (MAVC) y lograr una buena satisfacción, es necesario realizar un adecuado cálculo del poder dióptrico del lente que se debe implantar en reemplazo del cristalino que se extrae. Por ello, a lo largo del tiempo, se han desarrollado múltiples métodos para este cálculo, basándose en parámetros estandarizados de fábrica (de los LIOs), mediciones propias de la anatomía del ojo, el error refractivo previo, entre otros. Estos métodos se denominan fórmulas biométricas, y actualmente existen múltiples maneras de calcular, de manera aproximada, el poder dióptrico del lente. Debido a la diversidad de fórmulas y de variables que entran a formar parte del cálculo del poder del LIO, el resultado refractivo final no es exacto y los errores implícitos pueden ser despreciables. Pero en algunos casos, los errores refractivos pueden ser tan grandes que generen gran impacto en la agudeza visual y calidad de vida del paciente, lo cual nos lleva a plantearnos si existe una diferencia medible y comparable en los resultados refractivos de pacientes a quienes se les ha implantado lentes Acrysof IQ y cual de aquellas fórmulas disponibles para el cálculo del lente es la más eficaz para este tipo de lentes. En el presente estudio se pretenden evaluar los resultados refractivos del cálculo de 8 fórmulas biométricas, realizadas previo al implante de lentes intraoculares IQ en el Centro Oftalmológico Virgilio Galvis, y compararlo con el resultado refractivo posterior a la cirugía al primer mes POP para evaluar el error de predicción de dichas fórmulas y valorar el cambio en el equivalente esférico postoperatorio de los mismos. Metodología: Estudio de cohorte retrospectiva con datos secundarios de base de datos anonimizada de pacientes que fueron intervenidos de cirugía de catarata con implante de lente intraocular SN60WF IQ de Alcon durante los años 2015 y 2019 en el centro oftalmológico Virgilio Galvis, con longitudes axiales entre 22 y 26mm y operados por un mismo cirujano, donde se analizó el cálculo de error de predicción de fórmulas biométricas en el resultado posoperatorio. Resultados En la categorización por rangos dióptricos, la fórmula que mejor desempeño tuvo, con el mayor porcentaje de pacientes en el rango de error menor a 0.25D, fue Barret II seguida de Hill-RBF 3.0. Así mismo, la que peor desempeño tuvo en este rango dióptrico fue la fórmula Holladay 2 seguida de Panacea. En este rango, se encontró diferencia estadísticamente significativa entre las fórmulas Barrett II y SRK-T (p=0.030). No se encuentran diferencias entre Hill-RBF 3.0 y Barrett II. Se categorizaron también los resultados por porcentajes acumulados, y se encontró que la fórmula biométrica Hill-RBF 3.0 tuvo el mejor desempeño, agrupando el 92.3% de sus resultados dentro de un rango de 0.5D de error de predicción, mientras que Haigis obtuvo el menor desempeño agrupando el 83.1% de pacientes dentro del mismo rango. En la comparación dentro de este rango, se econtró diferencia significativa entre las fórmulas Hill-RBF 3.0 y Haigis (p=0.04), y Hill-RBF 3.0 y Hoffer Q (p=0.012). También se encontró diferencia entre Hoffer Q y Holladay I (p=0.021). En cuanto a la comparación por medianas, no hubo diferencias estadísticamente significativas entre el desempeño de Hoffer Q, Holliday I y SRK-T respecto a las demás fórmulas. Ninguna fórmula resultó superior a las fórmulas Hill-RBF 3.0 y Barrett II. Respecto a la comparación por medias, SRK-T y Panacea no mostraron diferencias significativas frente a las demás fórmulas. Nuevamente, ninguna fórmula resultó superior a las fórmulas Hill-RBF 3.0 y Barrett II. Conclusiones: De acuerdo con lo presentado en los resultados, utilizando constantes optimizadas para el LIO SN60WF de Alcon, las fórmulas biométricas que mejor desempeño presentan para el cálculo de lentes intraoculares en pacientes con longitues axiales entre 22mm y 26 mm, de acuerdo a la media y mediana del error absoluto de predicción, la clasificación entre 0.5D de la refracción esperada, son las fórmulas Hill-RBF 3.0 y Barrett II, y que de acuerdo a estos mismos parámetros, las que menor desempeño tendrían serían las fórmulas de Holladay 2 y Haigis. En la comparación por porcentajes acumulados, la fórmula biométrica Hill-RBF 3.0 tuvo el mejor desempeño. Todas las fórmulas obtuvieron un desempeño mayor al 80%, se considera que todas las fórmulas son útiles y se pueden usar para el cálculo de lentes intraoculares. Hay una tendencia en que Hill-RBF 3.0 y Barrett II sean mejores, pero solo con significancia estadística sobre Holladay 2, Panacea y Haigis. No se encontró una diferencia estadísticamente significativa de Hill-RBF 3.0 y Barrett II con SRK-T. No se encontraron diferencias entre Hill-RBF 3.0 y Barrett II. SRK-T demostró no inferioridad a las fórmulas Hill-RBF 3.0 y Barrett II. Recomendamos el uso de la fórmula Barrett II, por su desempeño, y por estar disponible en el biómetro. |
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