Mercado de divisas: Reflexiones para enfrentar el riesgo
El mercado de divisas es un espacio soberano, los expertos lo tienen muy claro. Este mercado no tiene dueño. Ni los bancos centrales más poderosos del planeta pueden controlar un prodigio capaz de mover a diario 1.230 billones de dólares. Estas estimaciones incluyen no solo las transacciones al cont...
- Autores:
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Cortes Porras, Pablo Cesar
Porras Mariño, Dagoberto
Velázquez Gómez, Claudia
- Tipo de recurso:
- Trabajo de grado de pregrado
- Fecha de publicación:
- 1998
- Institución:
- Universidad Autónoma de Bucaramanga - UNAB
- Repositorio:
- Repositorio UNAB
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repository.unab.edu.co:20.500.12749/24932
- Acceso en línea:
- http://hdl.handle.net/20.500.12749/24932
- Palabra clave:
- Financial entities
Open market
International transaction
Foreign exchange market
Fixed price
Financial analysis
Exterior change
Exchange rates
Offer and demand
International finances
Análisis financiero
Cambio exterior
Tipos de cambio
Oferta y demanda
Finanzas internacionales
Mercado de divisas
Precio fijo
Entidades financieras
Mercado abierto
Transacción internacional
- Rights
- License
- http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/co/
Summary: | El mercado de divisas es un espacio soberano, los expertos lo tienen muy claro. Este mercado no tiene dueño. Ni los bancos centrales más poderosos del planeta pueden controlar un prodigio capaz de mover a diario 1.230 billones de dólares. Estas estimaciones incluyen no solo las transacciones al contado, sino también otras fórmulas con futuros y derivados (contratos derivados en un tiempo y en los que se le apuesta a la apreciación o depreciación de un tipo de cambio). Para bien o para mal, es imposible que los estados puedan imponer sus voluntades para fijar el tipo de cambio de sus monedas respecto a otras. La última y decisiva palabra la tiene el libre mercado con un discurso que se resume en dos conceptos: oferta y demanda. Lo que sí pueden provocar los líderes monetarios son decorados que condicionen el funcionamiento de las divisas. Por ejemplo, la autoridad monetaria de un país puede elevar el tipo de interés de una moneda, encarecerla y convertirla en más atractiva para frenar una tendencia depreciadora. Pese a que nadie es capaz de imponer un precio fijo en un entorno abierto de competencia. |
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