Periódico 15 : Edición 337: Mayo de 2017

En 2015, durante cinco meses, los habitantes de la zona de influencia de la represa de Hidrosogamoso, de las veredas La Playa, Tienda Nueva, El Peaje, San Luis y La Cascajera, se instalaron en el parque García Rovira de Bucaramanga, frente la Gobernación del departamento, y exigieron que se les aten...

Full description

Autores:
Montañez Monsalve, Xiomara
Virviescas Gómez, Pastor
Tipo de recurso:
http://purl.org/coar/resource_type/c_2fe3
Fecha de publicación:
2017
Institución:
Universidad Autónoma de Bucaramanga - UNAB
Repositorio:
Repositorio UNAB
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.unab.edu.co:20.500.12749/20716
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/20.500.12749/20716
Palabra clave:
Conflict
Culture
Environment
Politics
Economy
Footwear
Animal welfare
Soccer
Profile
Literature
Conflicto
Cultura
Medio ambiente
Política
Economía
Futbol
Literatura
Área Metropolita de Bucaramanga
Isagen
Calzado
Bienestar animal
Perfil
Rights
License
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/co/
Description
Summary:En 2015, durante cinco meses, los habitantes de la zona de influencia de la represa de Hidrosogamoso, de las veredas La Playa, Tienda Nueva, El Peaje, San Luis y La Cascajera, se instalaron en el parque García Rovira de Bucaramanga, frente la Gobernación del departamento, y exigieron que se les atendiera por las afectaciones que la puesta en marcha de la hidroeléctrica les había traído, entre estas, los malos olores y el desplazamiento de la actividad pesquera. Tras negociar con el entonces gobernador, Richard Alfonso Aguilar Villa, las 73 familias afectadas llegaron a un acuerdo que contemplaba la entrega de un predio de 50 hectáreas, dispuesto para el cultivo y desarrollo de proyectos productivos financiados por la administración departamental. Sin embargo, casi dos años después, todo sigue en el papel. La Defensoría del Pueblo atendió el llamado que hizo la comunidad, especialmente por la preocupación que les ha causado la descarga de agua de la hidroeléctrica, pues aseguran ha inundado los cultivos. A pesar de esto, Isagen asegura que dicha descarga ayuda a regular las crecientes de los ríos Chucurí y Sogamoso para prevenir desastres.