La visión schopenhaueriana sobre Jesucristo en "El Mundo como voluntad y representación"

Schopenhauer, establece su propia visión del mundo a partir de cuatro reflexiones: las cuales se pueden clasificar de la siguiente manera: la teoría del conocimiento la metafísica, la estética y la ética. Este escrito toma el concepto de la voluntad; la cual se puede ver, como la esencia metafísica...

Full description

Autores:
Diaz Murcia, Hector Fabian
Pineda Daza, Maria del Pilar
Tipo de recurso:
http://purl.org/coar/version/c_b1a7d7d4d402bcce
Fecha de publicación:
2017
Institución:
Universidad Industrial de Santander
Repositorio:
Repositorio UIS
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:noesis.uis.edu.co:20.500.14071/36262
Acceso en línea:
https://noesis.uis.edu.co/handle/20.500.14071/36262
https://noesis.uis.edu.co
Palabra clave:
Schopenhauer
Jesucristo
Adán
Voluntad
Cristianismo
Ascetismo
Afirmación De La Voluntad De Vivir
Negación De La Voluntad De Vida
Gracia
Fe.
Schopenhauer
Jesus Christ
Adan
Will
Christianity
Ascetic
Affirmation To The Will-To-Live
Denial To The Will-To-Live
Grace
Faith.
Rights
License
Attribution-NonCommercial 4.0 International (CC BY-NC 4.0)
Description
Summary:Schopenhauer, establece su propia visión del mundo a partir de cuatro reflexiones: las cuales se pueden clasificar de la siguiente manera: la teoría del conocimiento la metafísica, la estética y la ética. Este escrito toma el concepto de la voluntad; la cual se puede ver, como la esencia metafísica de todos los objetos. Partiendo de este concepto de la voluntad, se aborda una de las formas que el autor, propone para conocerla. Según este filósofo, existen tres tipos de personas que pueden acceder a la verdad: el filósofo (ciencia), el artista (arte) y el asceta (religión). El presente texto, aborda el punto de vista de la religión planteado Schopenhauer, más específicamente sobre el cristianismo y la figura más importante que esta doctrina religiosa posee: Jesucristo. Schopenhauer, lo asceta, el cual sería el biotipo ideal, según la propia voluntad, pues son los ascetas los que tienen el camino expedito, no sólo para conocer la sustancia del mundo verdadero (la voluntad) sino, también la potencia para superarlo, logrando fundirse con la nada misma, y así de esta forma poder desaparecer.