El Comercio De Bogotá. El Comercio De Bogotá Al Honda
La imagen presenta una noticia sobre llamada "El Comercio-De Bogotá. El Comercio De Bogotá Al Honda" Caro.* compadre: mil escasas le presento por mi malsonante adjetivo de viejo, por lo dé las canas i los espejuelos, que parece se le han atravesado algun tanto. El viejo lo quise usar en el...
- Autores:
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LA OPINION
- Tipo de recurso:
- http://purl.org/coar/resource_type/c_c513
- Fecha de publicación:
- 1865
- Institución:
- Universidad Distrital Francisco José de Caldas
- Repositorio:
- RIUD: repositorio U. Distrital
- Idioma:
- OAI Identifier:
- oai:repository.udistrital.edu.co:11349/31155
- Acceso en línea:
- http://hdl.handle.net/11349/31155
- Palabra clave:
- Bogotá
Honda
Comercio
Productos
Bogotá -- Historia -- Imágenes
Bogotá -- Historia -- Fuentes
Trade
Bogotá
Honda
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- Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional
Summary: | La imagen presenta una noticia sobre llamada "El Comercio-De Bogotá. El Comercio De Bogotá Al Honda" Caro.* compadre: mil escasas le presento por mi malsonante adjetivo de viejo, por lo dé las canas i los espejuelos, que parece se le han atravesado algun tanto. El viejo lo quise usar en el sentido de antiguo, i las canas fueron so-lamente supuestas, figurándome, que quien ha dado paso a las cabalgaduras de Humboldt, Morillo i Sámano, podia mni bien peinarlas ya. No dejo estrañar la susceptibilidad de usted a este respecto, pues sabiendo que posee un corazon que por su ternura i bondad equivale i millares, el que los de otros estén o no empedernidos o duros, poco de-Mera importarle. Mas, pasemos al asunto de su última de 12 del presente, que solo requiere respuesta a unos pocos puntos. Sea el primero un supuesta conversion al gran tronco ferrocarril en el estado de Santander, que alguno comparó al uso del sombrero de pelo con quimbas. ¿De dónde deduce usted tal conversion? Se combatió la idea del señor Wiils diciendose que lo que importa a estas comarcas no es el cambio de papas por papas por medio de ferrocarriles en la altiplanicie, sino el cambio de las producciones de distinto clima, i el de las nacionales por las extranjeras, lo que no se lograria con el gran tronco si al llegar a Vejez o a los Manzanos hubiera de ocurrirse a las mulas. He dicho que al interior le convienen las dos grandes vias de Bogotá al alto Magdalena la una, i al bajo la otra; es entendido que se empieza del Magdalena para arriba que es donde existe hoi el grande obstáculo, pues en la altiplanicie los caminos son menos malos que en las rejiones montañosas i cálidas, i los fletes relativamente mas bajos. En mi humilde concepto es indudable que un tráfico por ferrocarril en la sabana abana i por riscos i fangales en las montañas, equivale al uso del consabido sombrero con quimbas. He oido decir que el coronel Totten opina que en nuestras mesas andinas no se pueden construir ferrocarriles, entre otras dificultades, por la de no poderse traer hasta elias las locomotoras, cuyo peso es de varias toneladas, i que, no pueden ser desarmadas sin gravísimos inconvenientes. Seria preciso empezar por montar acá arriba ferrerías. I luego grandes talleres para construir esas delicadas i perfectas máquinas de que depende la vida del viajero, lo que supondría una industria tan adelantada como la de Inglaterra, Beljica, los Estados Unidos i Francia., ¡I esto en un país en que no se fabrican arados ! Un gran troncó, si no tiene, cómo los de todos los árboles, sus correspondientes raíces, no dará frutos, i será mas útil al leñatero que al agricultor. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------- No hablo de fletes* ---------------------------------------------------------------------------------------------------------- Me pregunta si hablo seriamente cuando digo que los colindantes deben encargarse de la composicion de usted, i su pregunta me parece chanza. Creo que, con escepcion de usted, no habrá quien no convenga en que si los colindantes de los caminos se encargaran, en virtud de contratos, de la refaccion i conservacion de pequeñas secciones, los daños serian reparados diariamente i a un costo ínfimo. Creo igualmente, que los colindantes tienen, además del interes mas o menos jeneral que, a todos incumbe en el buen estado de los estado de los caminos, el mui especial de conservar sanas sus piernas, sus mulas, ganados &,a &, Solo así es que comprendo que alguno pudiera en esta tierra comprometerse a responder ante un juri de cualquier cargo que se le hiciera por razon de su culpable negligencia, que es como a la pájina 136 del Compendio de jeolojia se recomienda, que se contrate la composicion de los caminos.. Debó creer, puesto que lo dice usted, que sus colindan, tos sí hicieron propuestas al jeneral Gutierrez para componerlo, i que estas se frustraron por las obvias razones que usted espone. Me consta que uno de aquellos, a quien se lo instó muchó para que contratara la composicion de Mave para arriba, se resistió a ello por miedo al gobierno, apesar de tener casi contigua su propiedad. El señor Rudecindo Rodríguez, que está componiendo la seccion de Guaduas a Pesquerías, fué Casi materialmente cazado, enlazado i traído a la gobernacion a celebrar su contrato, teniendo un amigo de usted que encargarse do algunas penosas dilijencias para comprometerlo animarlo. Se equivoca usted al creer que el jeneral Mendoza me ha invitado en vano a que contrate la composicion de usted, o a que administre sus fondos &,a pues aunque me ha invitado para algunos pormenores, no ha sido en Vano. Una comisión de mi seno se presto a la invitacion, i llenado el objeto de esta, se adelantó a presentar la idea de que la junta de comercio de Bogotá percibiera el impuesto sobre las mercancías, lo que el jeneral no pudo aceptar por no permitirlo la, lei: mas tanto él como el señor Pinzon acojieron con interes la idea de presentar a la próxima lejíslatura un proyecto de lei que descentralice el negociado que a usted le concierne. Ahora dígame usted, si seria mas llevadero para mí la obligacion de contratar composiciones, que para sus colindantel, cuando yo, apesar de tener propiedades por el Magdalena no bajo ni una vez por año a causa de mis atenciones aquí, miéntras que los propietarios de terrenos colindantes con usted, casi no dejan de pisarlo una vez por semana Volviendo ahora a la cuestion ajio, yo no he dicho que este, lo ejercite el que teniendo mulas para los acarreos por , una parte del camino alquile las necesarias para la otra, parte ; do que yo he dicho, i creo, es que hai ajio cuando se contrata la conduccion de cargas para traerlas en mulas ajenas, lo que sucede, sea que todas las cargas se traigan en estas, o que se contrate mensualmente la conduccion de un número mayor que el que podria acarrearse en mulas propias, aun en solo una parte del camino. Por lo demas, yo no he pretendido que sea injusta la ganancia que se haga en este negocio cuando no hai monopolio i sí muchas molestias con no pocos riesgos. Hai que encargar al Socorro la recetó para conducir cargas por 50 leguas de malísimo camino a fletes, que dejen algo mas de lo necesario para curar las mataduras a las mulítas, ántes de pensar en lo que podria sucedernos si por usted transitaran tantos cargamentos de bajada como de subida, pues si hoi, que faltan aquellos, nos cuestan tanto las mataduras ¿qué sucederla al haber abundancia,? \ Pasemos ahora a mi fuerza dijestiva que en concepto de lo que usted llama el público, convierte diariamente cada franco o chelin que compro en Paris i Manchester, en igual número de pesos fuertes. \ Prescindo, compadre, de la parte que en esto deba adjudicarse al mal estado de usted, a los que me roban las cajas, i a todo lo demas de que ya ámbos hemos hablado, me limito a preguntarle si cree posible que hoi suceda ese milagro de los francos i chelines en pesos. Recorra usted las seis u ocho calles en que vivo i cuente los importadores, pues así se convencerá de que es imposible usted dice. Todos tienen sus almacenes atestados de mercancías i luchan por colocarlas bajando los precios hasta el punto de que ya una operacion de importacion de mercancías, que dura su par de años, no cubre el interes del capital al 12 por 100 año. Es que usted conserva todavía les, recuerdos de antaño, cuando solo unas dos o tres casas, como, la de Mr. Illingworth, tenían en sus manos el comercio de casi toda la república, pues entonces compraban en Bogotá los negociantes del Socorro, Popayan, Cali, Hondai aun Medellin. Entónces sí que era suculento el oficio, que no requeria la molestia de vender tan en pequeño como hoi; i enonces sí que podían convertirse los chelines en pesos tomando copitas de sabroso madera con los compradores. Ahora cuando mas logramos eso en loza, azadones, cerveza i otras cosas de ese jaez ; i no dude usted, compadre, que semejante negocio se podria ceder, con buen ribete por el de traer cargas de la bodega. Dice usted que el señor público tambien pregunta si querré trabajar de balde i vender mis efectos a principal i costos. ¿Se sorprenderá usted si le cojo la palabra, a lo ménos en cuanto a mis telitas viejas de algodon ? Pero la primera pregunta es injusta, pues yo no he pretendido que los que ejercitan el ajio lo hagan de balde, toda vez, que he reconocido que el ajio existe por el mal estado de usted, como existe una oficina de cambio de monedas principalmente por causa de la moneda mala. Vuelva a leer mi última carta, i verá que es cierto lo que digo. ¿ Qué es eso de que si me habré equivocado en cuanto a su personería? ¿Pues no, habla usted su propio nombre? Le habría exijido la presentación de su poder si hubiera hablado en nombre de otro. Tampoco me he equivocado sobre su persona puesto que me dirijo a mi compadre elcamino de Honda. Creo que con esto dejo contestada la segunda de sus apreciables cartas, i léjos de creer turbada mi, paz con correspondencia, me complazco en ponerme a su disposición como su afectísimo compadre. (NOTA. Hace unos años el comercio de importación era el mejor negocio del país, pero es que entónces solo habían 2 o 3 casas importadoras, como la Mr. Illingworth que manejaban el comercio de casi todo el país y cuando casi toda la República compraba en Bogotá. Pero hoy todos los almacenes revientan de mercancías y venden es al por menor, con lo que el margen de utilidad es muy estrecho.) LA OPINION No.128 del 19 de Julio 1865 Pag.229 (3b) |
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