Se oscureció la noche

Se oscureció la noche un ejercicio reflexivo corpomusicado acerca de la identidad étnica/cultural, a través de la experimentación como estrategia para indagar sobre ¿cómo entender y vivir lo afro hoy?. Es un dominio para depositar mi cuerpo y sentir, alejado de esencialismos, la multiplicidad étnica...

Full description

Autores:
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2022
Institución:
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Repositorio:
RIUD: repositorio U. Distrital
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.udistrital.edu.co:11349/31617
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/11349/31617
Palabra clave:
Experimentación
Musicar
Zapatear/danzar
Resistencia
Negritud
Identidad
Maestría en Estudios Artísticos -- Tesis y disertaciones académicas
Expresión artística
Danza
Afrocolombiano
Experimentation
Playing body dance-music
Tapping/dancing
Resistance
Blackness
Identity
Rights
License
Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional
Description
Summary:Se oscureció la noche un ejercicio reflexivo corpomusicado acerca de la identidad étnica/cultural, a través de la experimentación como estrategia para indagar sobre ¿cómo entender y vivir lo afro hoy?. Es un dominio para depositar mi cuerpo y sentir, alejado de esencialismos, la multiplicidad étnica que soy: la impuesta y la negada. Entre la necesidad, lo genuino y el oportunismo, lo afro es un lugar en fuerte disputa donde la piel –al parecer– no es un común denominador pero a la vez es una de las características por las que habitualmente sufren exclusión los cuerpos y seres que ésta recubre. Lo afro escapa a la unicidad de nuestras entidades de oscura dermis, y en contraposición, se consolida desde lo colectivo, desde el territorio y las prácticas, nuestras particulares formas de estar, ser y devenir en el mundo. Preguntarnos quiénes somos supone atender nuestras prácticas, los hechos nos que traen a la realidad pues somos en cuanto vivimos, sentimos y pensamos el hacer. En este sentido, el musicar se asienta como mi práctica particular, mi forma de vivir y definir este espacio de confluencia entre danza y música, donde esta última, es conjugada como posible verbo por mi carnal existencia, dispositivo –y la catapulta– desde el cual se agencia este dromedar: constante errar de esta performacia cavilante sobre la que, a propósito de la identidad, me es útil para la importancia de nombrar(se), y huir de la dolorosa muerte y desaparición. Esta hereditaria autodeterminación es, sin duda, una delicada campaña que amerita dromedarse con pausa y a plenitud; es decir, bailarse, o como expondría Zapata Olivella, frente a ella ¡Desnudarse!.