La araña mutante

Hace mucho decidí callar “lo importante” o por lo menos eso que siento me atraviesa todo el cuerpo para salir. Fue el resultado de mi desconfianza, de terminar quebrándome por nada, de sentir que el sonido me convertía en nudo y de sentir que en últimas, no lograba decir lo que quería. Mi insegurida...

Full description

Autores:
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2017
Institución:
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Repositorio:
RIUD: repositorio U. Distrital
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.udistrital.edu.co:11349/24780
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/11349/24780
Palabra clave:
Lenguaje
Enmarañarse
Estado difuso
Artes Plásticas y Visuales - Tesis y disertaciones académicas
Creación literaria, artística, etc.
Artistas plásticos colombianos
Semiología
Rights
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional
Description
Summary:Hace mucho decidí callar “lo importante” o por lo menos eso que siento me atraviesa todo el cuerpo para salir. Fue el resultado de mi desconfianza, de terminar quebrándome por nada, de sentir que el sonido me convertía en nudo y de sentir que en últimas, no lograba decir lo que quería. Mi inseguridad se volvió silente y mi propia voz, tormento. Pero ahora, siento que el motivo soy yo, y mis ganas de que el proyecto me resuelva estos estados de lo indecible que apoderan; que saque de mí y de muchas personas lo que hay por dentro, lo que al parecer es lo que cuenta. Ciertamente, todo esto empezó por la sospecha de decir sin decir o de explorar lo indecible; pero ahora creo que soy más lo que soy por haber callado tanto. Que soy esos silencios, el misterio de lo no dicho y temo –porque no es sano- que quiero que así permanezca. Quizá solo me complico queriéndolo volver otro lenguaje o una combinación de todos porque así me sentiré respaldada y apoyada en todos los sentidos, en toda la experiencia y no solo en el lenguaje que me hace temblar… Pero tampoco quiero perderme al perder la tembladera mía, que es más una fricción de mis verdades. A lo mejor el verdadero problema es no saber qué tanto quiero decir. Es por esto, que la propuesta plástica lo resuelvo detonando el enredo, el estado difuso y la dualidad del exterior e interior a través del recorrido. Para esto, desde el lenguaje de la plástica escogí realizar unas fotografías de retratos de quienes se enmarañan a diario conmigo. Exponiéndolos atravesados por toda mi verdad, y a modo de imaginario mío en el que el hilo les brota de la piel, casi como tragando(nos). Con el fin de potenciar dicho estado difuso, se pre-suponía la herramienta de ráfaga en las fotos que nos permite dejar-ser a quien esté dispuesto a revelarse. De modo que fuera posible evidenciar el movimiento y el tiempo de cada quién. Sin embargo, para profundizar el espacio es necesario aprovechar el azar del momento y hacer que lo único que corte el paisaje sea el mismo viento, por lo que las fotografías irán colgadas del techo disponiendo de posibilidad para la inestabilidad. Resaltando aquí la ausencia de paredes, que facilita tal carácter del ir y venir.