Las expresiones motrices, una representación. Hacia la configuración del campo académico
RESUMEN: Con este ensayo pretendo sustentar la noción de expresiones motrices y promoverla como una representación que permite pensar el campo académico como un proceso en permanente construcción y con múltiples aristas para su comprensión. En un primer momento haré referencia al término expresiones...
- Autores:
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Arboleda Gómez, Rubiela
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 2008
- Institución:
- Universidad de Antioquia
- Repositorio:
- Repositorio UdeA
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:bibliotecadigital.udea.edu.co:10495/22362
- Acceso en línea:
- http://hdl.handle.net/10495/22362
https://www.efdeportes.com/efd119/las-expresiones-motrices.htm
- Palabra clave:
- Educación física - Teoría
Conceptualización
Conceptualization
Educación física - Epistemología
Expresiones motrices
Motricidad
Representación
Cuerpo y cultura
http://vocabularies.unesco.org/thesaurus/concept5553
- Rights
- openAccess
- License
- http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/co/
Summary: | RESUMEN: Con este ensayo pretendo sustentar la noción de expresiones motrices y promoverla como una representación que permite pensar el campo académico como un proceso en permanente construcción y con múltiples aristas para su comprensión. En un primer momento haré referencia al término expresiones motrices, su emergencia, consolidación y aplicación; en un segundo momento sustentaré el concepto como representación en función del campo académico; como desenlace, planteo algunos retos y riesgos que en la actualidad experimenta tanto la reflexión epistemológica como la práctica misma. Para la defensa de la propuesta y, en particular, para su introducción como representación, me he apoyado en la noción de representaciones sociales de S. Moscovici (1961) y en los trabajos locales más recientes del historiador Eduardo Domínguez (2006), quien revisita la acepción "representaciones colectivas" de E. Durkheim Me ha significado un soporte definitivo la teoría del campo académico de Pierre Bourdieu (2000) y la adaptación que de ésta han realizado Raúl Fuentes Navarro (2002) y Antonio Aguilera (2006). De cara a los desafíos que habita el sistema mundo y que rodean la producción contemporánea de conocimiento, he establecido una articulación con los planteamientos de Immanuel Wallerstein (1999) en razón de las ciencias sociales en el siglo XXI y las vicisitudes connaturales al campo. Para el ejercicio de observación del campo he recurrido a la imagen y efecto del prisma donde las diferentes percepciones (enfoques, corrientes, escuelas, etc.) ubicados en los ángulos refringentes, fungirán como las lentes para rastrear las particularidades en el campo (miradores, en el sentido de Bauman (1999), o metamiradores, en el sentido de Morin, 1980). La combinación de las lentes, los ángulos y las imágenes proyectadas, otorgan una doble vía al acto analítico, operada por las cualidades de reflexión y refracción propias al prisma, que dan cuenta, en este caso, de mi también doble posición de agente y examinadora del campo. Para la opción del juego de miradas entre objeto y analista, que se deslizan hacia la transducción del campo académico, cualidad que convoca, admite e interpreta las múltiples disparaciones que ofrece lo observado, Jesús Ibañez (1994) me ofrece un puntal fundamental. Y, en consecuencia con la acepción de ilustración que plantea Kant (1964), para quien ser ilustrado o mayor de edad es obrar por el propio entendimiento, estructuro mi proposición desde los insumos que he recabado por años; experiencias, acercamientos, avances, elaboraciones, investigaciones e intuiciones. |
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