Aspectos deontológicos y morales en las primeras generaciones de médicos titulados en Medellín 1871 - 1950
RESUMEN: Las primeras generaciones de médicos graduados en Antioquia, asumieron una responsabilidad importante; además de empeñarse en cotizar su práctica profesional, en desmedro de un gremio de empíricos y charlatanes que tenían el monopolio en la atención de problemas de salud, se convirtieron en...
- Autores:
-
Duque Ossa, Diego José
- Tipo de recurso:
- Trabajo de grado de pregrado
- Fecha de publicación:
- 2016
- Institución:
- Universidad de Antioquia
- Repositorio:
- Repositorio UdeA
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:bibliotecadigital.udea.edu.co:10495/14907
- Acceso en línea:
- http://hdl.handle.net/10495/14907
- Palabra clave:
- Deontología
Médicos - Medellín - 1871-1950
Médicos - Ética profesional
Religión y medicina
Líderes sociales
Moral católica
Médicos - Ejercicio profesional
Medellín (Antioquia) - Historia
Biopoder
Charlatanes
Moral
Academia
Medicina
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.5 Colombia
Summary: | RESUMEN: Las primeras generaciones de médicos graduados en Antioquia, asumieron una responsabilidad importante; además de empeñarse en cotizar su práctica profesional, en desmedro de un gremio de empíricos y charlatanes que tenían el monopolio en la atención de problemas de salud, se convirtieron en personajes trascendentes para las decisiones sociales y políticas. Junto con los sacerdotes, tenían la misión de mostrar el camino del bien, lo que los catapultó como líderes indiscutibles en una sociedad católica. Los dilemas y dudas humanas asociadas a su práctica profesional, que empiezan a aparecer, fueron siempre resueltos de acuerdo a la conducta que aconsejaba la Iglesia Católica. El ejercicio profesional también requería que conocieran los caminos aceptados, siempre determinando la presencia del pecado y la forma de evitarse o purgarse. La profesión y el reconocerse como gremio, implicaba unas nuevas actitudes, unos conceptos del bien y del mal; se hacía necesario tener claridad en los determinantes correctos para las actuaciones humanas. El médico era un faro, junto con el sacerdote no solo representaban el ejemplo a seguir, también eran importantes en las creación y cambio de las medidas disciplinarias y correctivas que generaba la sociedad en cada momento. Era evidente que el médico tenía el deber de opinar; para la sociedad era importante, pero además, se hacía necesario que existieran ideas fundamentadas para apoyar esta autoridad ganada. La organización como gremio, hacía más fácil la toma de las decisiones de este talante. La conformación de una corporación, empoderó más a este grupo de profesionales y los hizo indispensables para la toma de decisiones en el ámbito de la salubridad e incluso en otros aspectos sociales y políticos por parte del gobierno local. Esto se logró con la creación de la Academia de Medicina, entidad que cobijó a los galenos más connotados, donde se tenía prestigio al pertenecer a la misma y se lograba el reconocimiento mutuo entre los miembros del gremio médico, lo que además los diferenciaba de los médicos empíricos y charlatanes. Lo que sucedió con la creación y puesta en funcionamiento de la Escuela de Minas para el ámbito profesional de los ingenieros y futuros líderes empresariales de la región, se da con la Academia de Medicina para los galenos locales; ambas instituciones institucionalizaron el saber de ambas disciplinas y crearon unos gremios que tuvieron en sus manos las decisiones más importantes en los ámbitos técnicos y empresariales en el caso de la Escuela de Minas o de salud y salubridad en el caso de la academia de Medicina. Ambas formarían y oficializarían a los líderes regionales de una época. Además, para los médicos, igual que para los ingenieros, se hacía necesario la perpetuación de este conocimiento- poder, lo cual se lograba con la transmisión del mismo. Se hacía oficial y se institucionalizaba la práctica académica de la medicina con la creación de una facultad en la Universidad de Antioquia. Academia y facultad serían las columnas sobre las que se perpetuarían la profesión médica en la ciudad Y en la región. |
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