Contexto macroeconómico colombiano, mercado laboral urbano y retos para una política de empleo
RESUMEN: Después de que la crisis de la primera mitad de los años ochentas afectara enormemente la situación laboral en las ciudades colombianas, esta mejoró sustancialmente a partir de 1986-1987. A pesar de que la mayor inflación redujo –moderadamente- los ingresos reales de los trabajadores, el em...
- Autores:
-
López Castaño, Hugo
- Tipo de recurso:
- Article of investigation
- Fecha de publicación:
- 1994
- Institución:
- Universidad de Antioquia
- Repositorio:
- Repositorio UdeA
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:bibliotecadigital.udea.edu.co:10495/4061
- Acceso en línea:
- http://hdl.handle.net/10495/4061
- Palabra clave:
- Macroeconomía - Colombia
Mercado laboral - Colombia
Empleo - Colombia
Inflación - Colombia
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial-CompartirIgual 2.5 Colombia (CC BY-NC-SA 2.5 CO)
Summary: | RESUMEN: Después de que la crisis de la primera mitad de los años ochentas afectara enormemente la situación laboral en las ciudades colombianas, esta mejoró sustancialmente a partir de 1986-1987. A pesar de que la mayor inflación redujo –moderadamente- los ingresos reales de los trabajadores, el empleo se multiplicó y dio señales de modernizarse. La política de apertura no ha generado todavía, como se esperaba, una aceleración de la tasa de crecimiento económico y sin embargo y a pesar del modesto crecimiento aquellos logros se consolidaron entre 1990 y 1992. Subsisten, con todo, grandes desafíos para el futuro inmediato y para el mediano y largo plazo. El primero es reducir la tasa de inflación (para permitir una recuperación del poder de compra de los trabajadores). El segundo es hacerlo manteniendo, a la vez, una tasa de crecimiento económico adecuada que evite la reaparición del desempleo cíclico. Ello resulta prioritario, en especial porque algunas señales rojas han comenzado a encenderse recientemente: el empleo urbano prácticamente se estancó entre junio de 1992 y junio de 1993; la situación laboral en las zonas cafeteras y bananeras se ha venido deteriorando marcadamente. El tercero es atacar el desempleo estructural (en especial el que afecta a las mujeres y a los jóvenes). El cuarto es mejorar la calidad del empleo: el asalariado sigue siendo muy inestable; el independiente exhibe niveles de productividad muy bajos e ingresos precarios. El presente estudio pretende ocuparse de algunos de estos temas. |
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