La guerra civil de 1876-1877 y el castigo de los “curas rebeldes” : el caso del obispo de Pamplona, Ignacio Antonio Parra

RESUMEN: La primera semana del año 1878, custodiado por la 2ª compañía del Batallón Santander al mando del capitán Alejandro Azuero, el obispo Ignacio Antonio Parra de la diócesis de Nueva Pamplona era llevado a la ciudad de Barranquilla, lugar en donde debía cumplir una pena de dos mil días de conf...

Full description

Autores:
Jaramillo Jaramillo, Juliana
Tipo de recurso:
Article of investigation
Fecha de publicación:
2013
Institución:
Universidad de Antioquia
Repositorio:
Repositorio UdeA
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:bibliotecadigital.udea.edu.co:10495/16479
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/10495/16479
Palabra clave:
Colombia - Historia - Guerras civiles, 1876-1877
Parra, Ignacio Antonio, Obispo de Pamplona
Colombia - Historia - Guerras civiles, 1876-1877
Parra, Ignacio Antonio, Obispo de Pamplona
Parra, Ignacio Antonio, Obispo de Pamplona
Colombia - Historia - Guerras civiles, 1876-1877
Parra, Ignacio Antonio, Obispo de Pamplona
Colombia - Historia - Guerras civiles, 1876-1877
Parra, Ignacio Antonio, Obispo de Pamplona
Parra, Ignacio Antonio, Obispo de Pamplona
Colombia - Historia - Guerras civiles, 1876-1877
Parra, Ignacio Antonio, Obispo de Pamplona
Colombia - Historia - Guerras civiles, 1876-1877
Parra, Ignacio Antonio, Obispo de Pamplona
Colombia - Historia - Guerras civiles, 1876-1877
Colombia - Historia - Guerras civiles, 1876-1877
Parra, Ignacio Antonio, Obispo de Pamplona
Parra, Ignacio Antonio, Obispo de Pamplona
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openAccess
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.5 Colombia
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Summary:RESUMEN: La primera semana del año 1878, custodiado por la 2ª compañía del Batallón Santander al mando del capitán Alejandro Azuero, el obispo Ignacio Antonio Parra de la diócesis de Nueva Pamplona era llevado a la ciudad de Barranquilla, lugar en donde debía cumplir una pena de dos mil días de confinamiento. Algunos días antes de su partida, el presidente del Estado Soberano de Santander, el liberal-radical Marco Antonio Estrada, se había presentado ante el obispo Parra para comunicarle personalmente la sentencia que le privaba del derecho a ejercer sus funciones ministeriales y le imponía una multa de dos mil pesos, multa que de no ser saldada al término de ocho días debía ser reemplazadapor la pena de confinamiento, a razón de un día por cada peso de multa1.