Programas de autocuidado y rol de la enfermería para mejorar los resultados clínicos en pacientes con insuficiencia cardiaca
RESUMEN: La insuficiencia cardiaca (IC) ha sido descrita como un problema de salud pública global, por sus altos costos de tratamiento, con un gasto de 108 billones de dólares estadounidenses anuales; el impacto social por su incremento en la población mayor, y el hecho de pertenecer al grupo de las...
- Autores:
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Cañon Montañez, Wilson
López de Ávila, Mónica
Rodríguez Acelas, Alba Luz
- Tipo de recurso:
- Editorial
- Fecha de publicación:
- 2020
- Institución:
- Universidad de Antioquia
- Repositorio:
- Repositorio UdeA
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:bibliotecadigital.udea.edu.co:10495/24421
- Acceso en línea:
- http://hdl.handle.net/10495/24421
http://ciberindex.com/index.php/ref/article/view/50301p/
- Palabra clave:
- Autocuidado
Self Care
Enfermería
Nursing
Insuficiencia Cardíaca
Heart Failure
- Rights
- openAccess
- License
- http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/co/
Summary: | RESUMEN: La insuficiencia cardiaca (IC) ha sido descrita como un problema de salud pública global, por sus altos costos de tratamiento, con un gasto de 108 billones de dólares estadounidenses anuales; el impacto social por su incremento en la población mayor, y el hecho de pertenecer al grupo de las enfermedades no transmisibles, principales causantes de muertes en el mundo, lo que genera una millonaria carga económica anual en el sector sanitario, representada en el 1-2% del presupuesto destinado a la atención médica (Lesyuk, Kriza, & Kolominsky-Rabas, 2018). Cabe señalar que la tasa de prevalencia de la enfermedad es de 124 por cada 10.000 personas, siendo 9,2 veces más frecuente en adultos mayores de 65 años; y la tasa de incidencia oscila entre 24 y 38 por cada 10.000 habitantes (Lesyuk et al., 2018). Se ha estimado que en 2016 había más de 26 millones de personas en el mundo afectadas con este síndrome crónico, de las cuales 5,7 millones correspondían a Estados Unidos. Se espera que para 2030, la cifra en este país ascienda a más de 8 millones de personas (Savarese & Lund, 2017). La IC trae como consecuencia que disminuya la calidad de vida y se pierdan muchos años de vida productiva, pues esta enfermedad no le permite al paciente continuar con su vida cotidiana, debido a que se le dificulta más de lo normal realizar tareas básicas como alimentarse, desplazarse o actividades rutinarias dentro de su entorno familiar, laboral y social; además del componente psicológico, que puede verse afectado, llegando al punto de tener que depender de un cuidador, lo cual puede ser atendido a través de programas educativos y de seguimiento donde se fomente la adquisición de habilidades de autocuidado (Canon-Montanez et al., 2013). |
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