¡Aquí mando yo! : la incidencia del discurso ético-político en las practicas de evaluación

RESUMEN: La evaluación en sus distintas dimensiones constituye un proceso de desarrollo y transformación de los estudiantes en donde se busca determinar que avances se han alcanzado en relación con los indicadores propuestos, que conocimiento han adquirido, construido y hasta qué punto se han apropi...

Full description

Autores:
Acevedo Zapata, Sandra Milena
Díaz Hernández, Juliana
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2011
Institución:
Universidad de Antioquia
Repositorio:
Repositorio UdeA
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:bibliotecadigital.udea.edu.co:10495/26709
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/10495/26709
Palabra clave:
Ética
Ethics
Concepto moral
Moral concepts
Relación profesor-alumno
Student teacher relationship
Evaluación del aprendizaje
Evaluación educativa
Poder
Maestro y alumno
Relación de autoridad
Discurso ético
http://vocabularies.unesco.org/thesaurus/concept283
http://vocabularies.unesco.org/thesaurus/concept6151
http://vocabularies.unesco.org/thesaurus/concept5410 http://vocabularies.unesco.org/thesaurus/concept5410
Rights
openAccess
License
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.5/co/
Description
Summary:RESUMEN: La evaluación en sus distintas dimensiones constituye un proceso de desarrollo y transformación de los estudiantes en donde se busca determinar que avances se han alcanzado en relación con los indicadores propuestos, que conocimiento han adquirido, construido y hasta qué punto se han apropiado de ellos, que habilidades o destrezas han desarrollado, que actitudes y valores han asumido y hasta donde estos se han consolidado. Lo anterior se ve permeado por un asunto de orden moral, debido a que la ética del proceso evaluativo condiciona su función formativa y social; siendo necesario analizar la relación existente entre el poder y la evaluación de los aprendizajes puesto que el poder puede presentarse como dominación teniendo una relación de autoridad entre el maestro y el alumno, donde el estudiante debe obedecer y parar cuando la autoridad (institución o maestro) se lo mande, es decir, en aquellos momentos especiales de evaluación y un poder como regulación1 que permita la participación y establecimiento de criterios que respondan a las necesidades de los sujetos que en ella intervienen. Importa mucho saber a qué valores sirve y a quién beneficia, pero más saber a qué causas sirve. De esta manera sería riesgoso y contradictorio instalar en el sistema de evaluación mecanismos que generen sentimiento de sometimiento, temor, injusticia, discriminación, arbitrariedad y desigualdad, puesto que ésta no es un fenómeno aséptico que se pueda realizar sin preguntarse por la integralidad del sujeto. Por tanto, tiene consecuencias importantes para las personas, para las instituciones y para la sociedad en la medida que a través de ella se registra el estado de la transformación.