Informe final apoyo jurídico para la autonomía e independencia de la Rama Legislativa mediante la producción de conocimiento en UTL-Cámara de Representantes

Existe una falencia de fondo para el quehacer Legislativo y de Control Político, que consiste en que su insumo primario, la información que le proporcionan para su labor, viene marcada por el interés del autor de quien se la brinda, lo cual, cercena el principio democrático y aminora la capacidad de...

Full description

Autores:
Morales Navas, José María
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2024
Institución:
Universidad de Córdoba
Repositorio:
Repositorio Institucional Unicórdoba
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unicordoba.edu.co:ucordoba/8652
Acceso en línea:
https://repositorio.unicordoba.edu.co/handle/ucordoba/8652
https://repositorio.unicordoba.edu.co/
Palabra clave:
Congreso
CAEL
UTL-Camaras Legislativas
Congress
CAEL
UTL-Legislative Cameras
Rights
openAccess
License
Copyright Universidad de Córdoba, 2024
Description
Summary:Existe una falencia de fondo para el quehacer Legislativo y de Control Político, que consiste en que su insumo primario, la información que le proporcionan para su labor, viene marcada por el interés del autor de quien se la brinda, lo cual, cercena el principio democrático y aminora la capacidad de controlar el Ramo Legislativo al Ejecutivo. Como se quiera, que el Congreso de la República tenga algún elemento de Autonomía, tiene necesaria y seriamente que producir su propio conocimiento, un conocimiento autónomo. No puede de otra manera entenderse el dominio que la Rama Ejecutiva ejerce en todo momento sobre el Ramo legislativo, que es el que representa realmente la voluntad popular. En términos métricos, si se mide en cantidad de votos, en la Presidencia de la República hay once millones quinientos mil (11.500.000) votos sentados en la Casa de Nariño y en el recinto del Senado y Cámara hay más de veinticinco millones (25.000.000) también sentados allí por voluntad popular, lo que le otorga al Congreso una la legitimidad incuestionable. Sin embargo, siempre se ha creído que el saber y la verdad oficial están en manos de la Rama Ejecutiva, de los Ministerios, del Departamento Nacional de Planeación o de alguno de los órganos de control como la Contraloría General.