Perdidos y encontrados : estado, derecho, soberanía y la lucha perpetua de clases.

Asistimos hoy a una forma inédita de guerra de clases que ha encontrado su propia arma vencedora al enfrentar a unos contra otros, fijos y precarios, ancianos y jóvenes, hombres y mujeres, ciudadanos y extranjeros, residentes e inmigrantes. En este escenario, el Estado —vaciado de su contenido polít...

Full description

Autores:
Pietropaoli, Stefano
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
2019
Institución:
Universidad Católica de Colombia
Repositorio:
RIUCaC - Repositorio U. Católica
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.ucatolica.edu.co:10983/29957
Acceso en línea:
https://doi.org/10.14718/SoftPower.2019.6.1.10
Palabra clave:
Estado
Derecho
Soberanía
Lucha de clases
Neocapitalismo
State
Law
Sovereignty
Class struggle
Neocapitalism
Rights
openAccess
License
Stefano Pietropaoli - 2019
Description
Summary:Asistimos hoy a una forma inédita de guerra de clases que ha encontrado su propia arma vencedora al enfrentar a unos contra otros, fijos y precarios, ancianos y jóvenes, hombres y mujeres, ciudadanos y extranjeros, residentes e inmigrantes. En este escenario, el Estado —vaciado de su contenido político-democrático— no ha muerto: ha conservado intacto el tan robusto como versátil armazón administrativo y burocrático, estableciendo el ambiente ideal para la ideología neocapitalista. Y, así como el Estado, también el derecho ha sufrido una profunda transformación, funcional hacia los intereses del neocapitalismo. El Estado ha sobrevivido como institución sin soberanía. La soberanía perdida ha dejado campo libre a la deconstrucción de la esfera pública y a la privatización de los sujetos políticos. Pero sostener que la soberanía está latente o superada (y que si regresara sería peligrosa), que el pueblo es un sujeto privado de identidad y probable presa de los extremismos, que las clases ya no existen y que la lucha de clases es una herramienta oxidada del viejo-marxismo, no significa hacer un lúcido e imparcial análisis del presente, sino aniquilar la misma posibilidad de resistir al neocapitalismo. Una renovada soberanía popular, moderada por la política, representa, quizá, la única alternativa real a la “soberanía del mercado”.