La prevención del delito a través de prácticas situacionales

La prevención del delito constituye una aspiración histórica del Derecho penal y específicamente de la criminología, la que como ciencia de carácter científico y tomando como referente los estudios empíricos desarrollados regularmente, identifica en lo fundamental la prevención social comunitaria y...

Full description

Autores:
Joao, Fernando Luis
Fernández Romo, Rodolfo Máximo
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2020
Institución:
Universidad Santo Tomás
Repositorio:
Universidad Santo Tomás
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.usta.edu.co:11634/37450
Acceso en línea:
http://revistas.ustabuca.edu.co/index.php/IUSTITIA/article/view/2398
http://hdl.handle.net/11634/37450
Palabra clave:
Rights
License
Derechos de autor 2020 IUSTITIA
Description
Summary:La prevención del delito constituye una aspiración histórica del Derecho penal y específicamente de la criminología, la que como ciencia de carácter científico y tomando como referente los estudios empíricos desarrollados regularmente, identifica en lo fundamental la prevención social comunitaria y la prevención situacional, las que con propósitos determinados se diferencian desde lo axiológico, pero presentan un objetivo común: prevenir el delito. La prevención situacional para fundamentar su contenido toma como referente las teorías de la oportunidad, la de la elección racional, la de las ventanas rotas y la del diseño ambiental, base sobre la cual se han implementado estrategias preventivas de esta naturaleza en diversos países, incluyendo países en vías de desarrollo, estimándose viable el desarrollo de estrategias de prevención situacional mediante el diseño ambiental; tiene un fundamento ideológico eminentemente pragmático y utilitarista; su objetivo no es otro que mantener en límites admisibles el delito como fenómeno social multicausal, razón por la cual más que un conjunto de teorías contra la criminalidad deben ser estimadas acciones técnicas que tributan a una disminución consciente y deliberada del crimen. Su aporte criminológico consiste en que desconoce los procesos de estigmatización que tradicionalmente ha asumido la criminología al considerar al delincuente portador de una conducta desviada, su fundamental crítica radica en que la posible ejecución de actividades delictivas no puede descansar en la condición de ser racional del comisor del delito, toda vez que la motivación del delincuente en última instancia se supedita a condicionantes sociales y económicos, los que se corresponden con fallas estructurales de las sociedades actuales, propias del neoliberalismo.