Salón de juegos una estrategia para mejorar la convivencia

En las instituciones educativas distritales, las dinámicas de interacción de los estudiantes con sus compañeros y con el entorno físico a la hora del descanso tienden a la imposición de territorios por el poder de la fuerza y por la falta de sentido de pertenencia con los espacios comunes de las ins...

Full description

Autores:
Villamizar Jaimes, Jhon Jairo
Tipo de recurso:
Masters Thesis
Fecha de publicación:
2017
Institución:
Universidad Santo Tomás
Repositorio:
Universidad Santo Tomás
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.usta.edu.co:11634/9323
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/11634/9323
Palabra clave:
Salón de juegos
Convivencia
Educación
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.5 Colombia
Description
Summary:En las instituciones educativas distritales, las dinámicas de interacción de los estudiantes con sus compañeros y con el entorno físico a la hora del descanso tienden a la imposición de territorios por el poder de la fuerza y por la falta de sentido de pertenencia con los espacios comunes de las instituciones. Sin embargo, este comportamiento no es solo una elección exprofeso de los estudiantes, muchas veces los diseños estándares de la planta física han estado orientados a maximizar la cantidad y capacidad de los salones, con la intención de dar mayor inclusión y cobertura, disminuyendo así, el tamaño de las zonas verdes y espacios deportivos. El colegio IED José Francisco Socarrás, ubicado en la localidad séptima de Bosa, presenta un comportamiento similar. Allí las principales actividades recreativas que realizan los estudiantes en los periodos de descanso son de alto contacto físico, especialmente la práctica del fútbol, ya que sólo hay una zona pequeña para ello; los estudiantes entonces, convierten en canchas de fútbol los pasillos, las zonas verdes, las plazoletas, entre otros. Estás prácticas acarrean sanciones, porque las mismas condiciones físicas de los espacios llevan a que este tipo de conductas sean penalizadas y prohibidas para poder conservar en buen estado sus zonas comunes. Desafortunadamente, no se proponen actividades recreativas alternas para que los alumnos puedan aprovechar otros lugares, interactuando y compartiendo sin la tensión y la sensación de hacinamiento y malestar general que se percibe en cuanto a convivencia escolar se refiere.