El proceso pedagógico de la pastoral juvenil de la Parroquia Jesús Buen Pastor de Sincelejo (Sucre)

La vocación profunda de la Iglesia como comunidad de creyentes constituida sacramentalmente desde el Bautismo, se encuentra fundamentada en el compromiso de la Evangelización (EN, 14), acto que se adentra en el ejercicio de la misión permanente, cuya finalidad primordial es dar a conocer a Jesucrist...

Full description

Autores:
Arévalo Pérez, Gregorio José
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2016
Institución:
Universidad Santo Tomás
Repositorio:
Repositorio Institucional USTA
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.usta.edu.co:11634/3080
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/11634/3080
Palabra clave:
Comunidad
Jóvenes
Educación
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.5 Colombia
Description
Summary:La vocación profunda de la Iglesia como comunidad de creyentes constituida sacramentalmente desde el Bautismo, se encuentra fundamentada en el compromiso de la Evangelización (EN, 14), acto que se adentra en el ejercicio de la misión permanente, cuya finalidad primordial es dar a conocer a Jesucristo como Aquél que es el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14, 5 – 7) quien da la Salvación a todos y quien invita a sus discípulos a cooperar con amor en la construcción del Reino de Dios (Jn 21, 15 – 18). De esta forma, la tarea importante y el compromiso primordial es, no solo salvaguardar en su interior los contenidos de la Fe (1Tm. 6, 20; 2 Tm. 1, 14) sino, también procurar que todo hombre y mujer escuche, acoja la Palabra de Dios en su corazón viviéndola desde un encuentro personal con Jesús, el cual, le lleven a vivir en una proyección de incidencia en la trasformación del contexto de la historia y del cuidado de la creación. Ante esta tarea de la Iglesia es necesario reconocer que son múltiples los espacios donde se asume el ejercicio de dar a conocer la Salvación. La Iglesia se hace peregrina junto con el peregrinar existencial del ser humano en cada una de las etapas propias de su existencia. La Iglesia por ningún momento abandona al ser humano a su libre albedrio, siempre existe una palabra y una respuesta ante sus más profundas necesidades, dificultades, búsquedas existenciales y sus proyecciones enraizadas hacia la realización propia de su existencia y la responsabilidad en cooperar por construir conciencia de responsabilidad cristiana.