Diseño del programa de salud ocupacional para la Empresa de confecciones “diseños carmen de amado” De Santiago De Cali

El arte de confeccionar se remonta de los antiguos cazadores de la prehistoria cuando cortaban las pieles de los animales que cazaban y las unían para elaborar vestidos rudimentarios, utilizando para ello huesos afilados para abrir los agujeros y tiras de cuero para unir los pedazos de piel. Con el...

Full description

Autores:
Madroñero Gallego, Johanna
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2007
Institución:
Universidad del Quindío
Repositorio:
Repositorio Universidad del Quindío
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:bdigital.uniquindio.edu.co:001/3008
Acceso en línea:
https://bdigital.uniquindio.edu.co/handle/001/3008
Palabra clave:
Breve Historia Empresa De Confecciones
Razón Social
Rights
openAccess
License
Derechos Reservados - Universidad del Quindio, 2016
Description
Summary:El arte de confeccionar se remonta de los antiguos cazadores de la prehistoria cuando cortaban las pieles de los animales que cazaban y las unían para elaborar vestidos rudimentarios, utilizando para ello huesos afilados para abrir los agujeros y tiras de cuero para unir los pedazos de piel. Con el paso del tiempo, el corte y la costura se siguieron perfeccionando, pues ya la única finalidad de la confección no era la de cubrir y proteger, sino también la de adornar. La actividad de fabricación de confección e insumos textiles es tan antigua como la fabricación de ellos, pero durante mucho tiempo se hizo en pequeños talleres principalmente de carácter familiar. La historia de la industria textil en Colombia se remonta al siglo XVIII, cuando los artesanos de El Socorro, en el estado de Santander, suministraron un floreciente mercado doméstico de tejidos de lana y algodón, utilizando tecnología rudimentaria. Con la industrialización, las telas, hilos, sedas y otros tejidos de Inglaterra empezaron a dominar el mercado colombiano y la actividad local de los telares quebró. Fue sobre todo entre 1900 y 1921 que se establecieron las primeras fábricas en el país, las cuales determinarían el destino de la industria textil hasta la fecha. Muchas de ellas se situaron en Medellín y sus alrededores, pues esta ciudad era el centro de la economía del café, el cual proporcionó el capital que se necesitaba inicialmente. Como consecuencia de la gran depresión de la década de 1930, el sector textil se reestructuró y surgieron dos grandes empresas líderes: Coltejer, la cual absorbió los tejidos de Rosellón; y Fabricato, que surgió de la unión de Antioqueña de Hilados y Tejidos y de la Fábrica de Hilados y Tejidos del Hato. Estas dos empresas, junto con Tejicondor –constituida en 1934– establecieron un oligopolio real, de acuerdo con el censo industrial de 1945, representando el 60% de la capacidad de producción total de hilados y tejidos de las 66 empresas registradas.