El castillo (de Franz Kafka) y la gestión de lo sagrado: hipostasis (en Kelsen) y jerarquía.

Dos son las personas en torno a las cuales zigzaguea esta monografía: Franz Kafka y Hans Kelsen. Franz Kafka, nació el 3 de julio de 1883 en Praga (antigua capital del reino de Bohemia que era parte a su vez del Imperio Austro-húngaro) y murió un mismo día, pero de junio del año 1924. A pesar de ser...

Full description

Autores:
Acosta Albarracín, Miguel Ángel
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2019
Institución:
Universidad Libre
Repositorio:
RIU - Repositorio Institucional UniLibre
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.unilibre.edu.co:10901/18743
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/10901/18743
Palabra clave:
Franz Kafka
Gestión de lo sagrado
Jerarquía
Franz Kafka's castle
Management of the sacred
hypostasis
Hierarchy
Kafka, Franz 1883-1924
El proceso -- Crítica e interpretación
Kafka, Franz 1883-1924 Crítica e interpretación
El castillo de Franz Kafka
Gestión de lo sagrado
hipostasis
Jerarquía
Rights
openAccess
License
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/co/
Description
Summary:Dos son las personas en torno a las cuales zigzaguea esta monografía: Franz Kafka y Hans Kelsen. Franz Kafka, nació el 3 de julio de 1883 en Praga (antigua capital del reino de Bohemia que era parte a su vez del Imperio Austro-húngaro) y murió un mismo día, pero de junio del año 1924. A pesar de ser un reconocido escritor amateur su verdadera profesión fue la del derecho, pues Kafka era un abogado. Estudió derecho en la Universidad de Praga (ahora Charles University) misma universidad donde estudió gente del calibre de Einstein, Winternitz y Ernst Mach. Sus novelas cuentos y escritos fueron publicados póstumamente aún en contra de su voluntad, de entre los cuales la novela objeto de esta monografía, El Castillo, pertenece al último periodo de su vida, 1922. Por el otro lado, Hans Kelsen nació en el año de 1881 y murió en una fecha más cercana a la nuestra 1973, en los Estados Unidos. Kelsen se educó también en la disciplina del derecho en la Universidad de Vienna, también en Austria, este último a diferencia de Kafka tuvo una formación en la teoría del estado y teorías del derecho y Kafka en cambio era más bien un funcionario en una empresa de seguros italiana. Un primer paso para abordar el quehacer de esta monografía y su relación con el derecho, se explica en el ejercicio de descomponer en partes más pequeñas y al mismo tiempo en el ejercicio de desentrañar la unidad que reside en el título: “El castillo (de Franz Kafka) y la gestión de lo sagrado: hipostasis (en Kelsen) y jerarquía.”, veamos. ¡Hýsteron próteron! Por ello habremos de empezar por el final del título y por lo más sencillo también ¿por qué Kelsen? Porque en él, en concreto en un ensayo titulado Dios y Estado publicado en 1922/1923 se hace evidente un problema nada gratuito para la naciente ciencia del derecho y es el problema de responder a la pregunta ¿cuál es la relación entre teología y derecho? Kelsen, quien era un lector habilidoso en estas cuestiones y en ello radica su talento, supo olfatear con una excepcionalidad este problema, a saber, la pervivencia de las categorías teológicas en el derecho. La importancia de Dios y Estado radica no solo en que Kelsen fue capaz de anunciar este problema y describirlo, sino que Kelsen intenta el mismo resolverlo (o anunciar la solución a este entuerto) “Esta teoría jurídica pura del Estado, que desintegra el concepto de un Estado distinto del derecho, es una teoría del Estado… sin Estado. Y por más paradójica que parezca, sólo de esta manera la teoría del derecho y del Estado abandona el nivel de la teología para acceder al rango de la ciencia moderna.” (1923, pág. 266) La solución de Kelsen, aun siendo enunciada aquí, tendrá todo su despliegue y potencia solo hasta la Teoría Pura del Derecho. Esta monografía sin embargo circunscribe por cuestión de pudor y de responsabilidad su alcance solo a Dios y Estado y por ello dejará de lado todos los demás trabajos publicados y con más razón dejará de lado el monumental esfuerzo que constituye la Teoría Pura del Derecho, dicho de otra forma, esta monografía se enfocará en el problema abierto por Kelsen y dejará de lado su solución. ¿Por qué Dios y Estado? Porque considera este monografista que es en este ensayo donde se encuentran la descripción del cómo y de qué forma operan en el hombre las instancias que representan la autoridad tanto del orden religioso como del orden estatal. El gesto es en apariencia simple, el cual consiste en que Kelsen a lo largo de su ensayo tratará de defender la afirmación con la que abre “El problema religioso y el social muestran un notable paralelismo, desde el punto de vista psicológico. (..) se encuentra que, en sus aspectos fundamentales, la situación psíquica en ambos casos es la misma” pág. 45 lo religioso (la teología) y lo social (el derecho) son reducidos, a pesar de sus tantísimas diferencias, a un mismo fenómeno, el fenómeno de como en la psique de cada hombre se hace indistinguible la creencia de un mundo teologizado y un mundo juridizado (sic). Allí es donde la palabra hipostasis , usada en sentido técnico por Kelsen cobra una importancia fundamental, pues por hipostasis habrá que entenderse el fenómeno a través del cual ocurre en virtud de una confusión una duplicación, y en virtud de esta duplicación “lo que era solamente un instrumento para captar el objeto es tomado como un objeto real” (1923, pág. 54). La hipostasis es entonces una confusión que opera a nivel psicológico a través de la cual se toma algo que es tan solo instrumento como si fuera algo más que un instrumento como si fuera agente mismo. Con la confusión de la hipostasis ocurre también una mezcla, gracias a ella el instrumento y el agente se resuelven en un solo cuerpo y son ahora un officium. Officium según la provocadora sugerencia de Giorgio Agamben, abogado y teórico crítico del derecho, es un término técnico empleado en la teología para designar una práctica paradójica según la cual el sacerdote es instrumento vivo del misterio que le trasciende, pero al mismo tiempo es agente pues representa la acción sacramental que sin él no puede devenir real y efectiva. esta pervivencia del oficcium es como podrá intuirse el paradigma del funcionario moderno, pues Agamben (en una conferencia dictada en la European Graduate School-EGS en el 2009) afirma que “the holy office is the same as the paradigm of the civil office. The officer and the clergyman are just in the same status.” 2009 La hipostasis se muestra aquí como un problema latente que pervive muy a pesar de la laicización del derecho, en la estructura misma del derecho moderno, y es en torno a este fenómeno en el que concentraremos las fuerzas. Por supuesto la forma de proceder será demasiado prudente, no se puede exigir más de un estudiante de pregrado, razón por la cual se escogió El Castillo de Kafka para discutir y ejemplificar este fenómeno. ¿por qué El Castillo? Por varias razones, pero la principal es porque El Castillo de Kafka es una novela que en sí misma encierra un misterio. Kafka confiesa en su diario por la misma fecha que se encuentra escribiendo El Castillo, 1922, que toda su literatura es el intento de una cábala. La cuestión se complica aquí porque habrá que definir qué es cábala y cuál es el peso de esta afirmación en la economía interpretativa del texto. (cuestión que se hace en el primer capítulo) Por lo pronto parece que Kafka contrario a lo que ciertos autores parecen entender (y esto se desarrolla en el capítulo dos) no es tan solo la reescritura de la teoría Weberiana en torno a la sociedad y los fenómenos de racionalización y desencantamiento del mundo, sino qué más bien Kafka en esta novela trata de mostrarnos (como Kelsen) que en el derecho y en las categorías modernas de la ciencia jurídica no solo han vuelto sino que no han dejado de pervivir (tan solo con otros ropajes) la teología y sus viejos problemas (y esto se desarrolla en gran medida en el capítulo tres). La categoría que une el análisis tanto de Kelsen como de Kafka (al menos el que se hizo de El Castillo) es la hipostasis o transferencia (entendida en términos psicoanalíticos); la teoría del servicio público o de la función pública, esto es la forma como la acción del Estado se materializa en el mundo, no ha lidiado aún con este problema que de lejos sigue vigente.