La represión de los instintos en el trabajo enajenado: un análisis desde la teoría crítica de Herbert Marcuse

Bajo las críticas que plantea Marcuse frente a la sociedad represiva, se considera lo siguiente: en el capitalismo se enajena la vida del hombre por medio del contrato de trabajo y los objetos que él debe producir, para sostener sus necesidades. El hombre es definido ahora como una forma de mercancí...

Full description

Autores:
Pérez Ávila, Erika Janeth
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2018
Institución:
Universidad Libre
Repositorio:
RIU - Repositorio Institucional UniLibre
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.unilibre.edu.co:10901/11726
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/10901/11726
Palabra clave:
Represión
Enajenación
Emancipación
Modern guy
Repressive forms
Alienated work
Salaried work
Free time
FILOSOFÍA
TEORÍA DEL PADRE
CAPITALISMO
ECONOMÍA Y FILOSOFÍA EN MARX
SOCIEDAD INDUSTRIAL
Individuo moderno
Formas represivas
Trabajo enajenado
Trabajo asalariado
Tiempo libre
Rights
openAccess
License
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/co/
Description
Summary:Bajo las críticas que plantea Marcuse frente a la sociedad represiva, se considera lo siguiente: en el capitalismo se enajena la vida del hombre por medio del contrato de trabajo y los objetos que él debe producir, para sostener sus necesidades. El hombre es definido ahora como una forma de mercancía, ya que su energía libidinal es usada como un instrumento de trabajo. La represión se inicia primero en los mandatos del padre, para luego ser insertada con mucha más fuerza en la administración total. Hay un conflicto entre los instintos de vida y muerte, debido a que no se puede hablar de un Eros totalmente liberado, porque estas formas represivas son necesarias para sostener el progreso en la sociedad, el individuo se encuentra sometido por el modelo de mercancía que su sociedad impone. En relación con los capítulos anteriores, y teniendo en cuenta la problemática de la represión en la sociedad, es importante definir en primera medida el concepto de trabajo enajenado, para luego entender cómo se origina el concepto de represión en el individuo. En primer lugar, el trabajo debe ser considerado como un medio de vida para satisfacer las necesidades del hombre, pero este hecho es imposible ya que la objetivación niega totalmente su existencia, pues los objetos que produce el hombre se presentan a él como un poder extraño e independiente. Debido a que el trabajador dedica gran parte de su tiempo a la realización de su objeto, este se apodera de su propia vida, es decir, el hombre no es dueño de su objeto, este le pertenece a un tercero que es el hombre mismo. Pero, ¿en qué consiste la objetivación del trabajo? En primera medida la objetivación define la vida genérica del hombre bajo dos aspectos: la creación del trabajo y la desrealización del trabajador. El trabajo en la forma de producción capitalista se convierte en un hecho externo al trabajador, es un trabajo forzado porque él no lo hace con un alto grado de satisfacción, sino por el contrario, satisface hechos que son externos a su vida real. El tiempo libre del trabajador es medido bajo la existencia misma del hombre, él se enfrenta libremente a su producto, su propio mundo se convierte en un mundo extraño para él. El hombre no es consiente frente al mundo enajenado que vive diariamente.