El anciano frágil

Los cuidadores deben enfrentar el manejo de los adultos mayores cuando estos se enferman, deben conocer el tipo de cuidados a dar y conservar el bienestar. Las prácticas para mantener la salud difieren de un lugar a  otro y pueden estar influidas por la suma de problemas derivados de lo...

Full description

Autores:
Botero de Mejía, Beatriz Eugenia
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
2001
Institución:
Universidad de Caldas
Repositorio:
Repositorio Institucional U. Caldas
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.ucaldas.edu.co:ucaldas/13121
Acceso en línea:
https://revistasojs.ucaldas.edu.co/index.php/hacialapromociondelasalud/article/view/1829
Palabra clave:
-
fragil
adulto mayor
Mantenimiento de la salud
Autocuidado
Cuidador
Rights
openAccess
License
Derechos de autor 2001 Hacia la Promoción de la Salud
Description
Summary:Los cuidadores deben enfrentar el manejo de los adultos mayores cuando estos se enferman, deben conocer el tipo de cuidados a dar y conservar el bienestar. Las prácticas para mantener la salud difieren de un lugar a  otro y pueden estar influidas por la suma de problemas derivados de los efectos de la enfermedad crónica,  las dificultades de acceso a los servicios de salud y los problemas financieros.  La actitud negativa hacia las  personas mayores por quienes proveen el cuidado, puede producir alteración en el mantenimiento de la  salud, razón por la cual muchos ancianos terminan institucionalizados. Esta situación genera un mayor grado de dependencia, debido a la iatrogenia por el uso de procedimientos invasivos, por la restricción física y el  alto uso de medicamentos. La persona en el hogar tiene menores riesgos de infecciones cruzadas y mayor  libertad de seleccionar a los cuidadores, sin embargo, estos pueden tener dificultades para dar el cuidado  especialmente cuando existe impedimiento mental o discapacidad física en el paciente.  Un aspecto  trascendental para tener en cuenta es que la responsabilidad, requiere del conocimiento de sí mismo y del  sentir. El profesional y el cuidador deben enseñarla, el enfermo y su familia debera asumirla. Si no se tiene la  capacidad para sentir los mensajes de malestar o bienestar que manda el cuerpo no se puede responder. La  respuesta surge desde el propio corazcón, no es condicionada; de manera que se debe respetar la integridad  de aquello que requiere de la propia respuesta.