Reconcibiendo la filosofía de la religión

Los filósofos han trabajado durante mucho tiempo con concepciones de Dios, inadecuadas para representar  a un Dios genuinamente digno de adoración. Una deficiencia importante es la omisión de la noción de  severidad divina, apropiada para la idea de un Dios digno de adoraci...

Full description

Autores:
Moser, Paul k.
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
2012
Institución:
Universidad de Caldas
Repositorio:
Repositorio Institucional U. Caldas
Idioma:
eng
OAI Identifier:
oai:repositorio.ucaldas.edu.co:ucaldas/14949
Acceso en línea:
https://revistasojs.ucaldas.edu.co/index.php/discusionesfilosoficas/article/view/636
Palabra clave:
Concept of God
evidence
expectations of God
faith
Gethsemane
God
severity
volition
Concepto de Dios
evidencia
expectativas de Dios
fe
Getsemaní
Dios
severidad divina
voluntad
Rights
openAccess
License
Derechos de autor 2012 Discusiones Filosóficas
Description
Summary:Los filósofos han trabajado durante mucho tiempo con concepciones de Dios, inadecuadas para representar  a un Dios genuinamente digno de adoración. Una deficiencia importante es la omisión de la noción de  severidad divina, apropiada para la idea de un Dios digno de adoración. Como resultado, muchos filósofos  tienen expectativas equivocadas sobre Dios, es decir, expectativas que no concuerdan con lo que serían los  propósitos relevantes para Él, si Dios existiera. Estos últimos propósitos incluyen aquello que Dios busca  lograr cuando revela a los seres humanos (la evidencia de) su realidad y voluntad. Las expectativas  equivocadas de Dios nos pueden llevar a buscar pruebas de su existencia en todos los lugares equivocados.  El antídoto necesario requiere una reconsideración cuidadosa de nuestras expectativas sobre Dios, y nos  capacita para acercarnos a una epistemología de la religión, de una manera que le hace justicia a la idea de  un Dios digno de adoración. El artículo sostiene que la evidencia disponible a los seres humanos de un Dios  digno de adoración, no sería para meros espectadores, sino que buscaría desafiar la voluntad de los seres  humanos para cooperar con la voluntad perfecta de Dios, como sucede en el caso del desafío divino de  Getsemaní.