Tarimas en resistencia : la responsabilidad docente con otro proyecto de mundo.

El mundo atraviesa en la actualidad el umbral de una nueva era de ruptura paradigmática en todos los órdenes. Efectivamente, se está revolucionando el modo en que hasta ahora hemos visto el mundo y las formas en que nos orga-nizamos para su transformación. La educación es un acontecimiento humano, u...

Full description

Autores:
M. Lourdes C.
González, Luis (Kory)
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
2015
Institución:
Universidad Pedagógica Nacional
Repositorio:
Repositorio Institucional UPN
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.pedagogica.edu.co:20.500.12209/14108
Acceso en línea:
https://revistas.pedagogica.edu.co/index.php/RCE/article/view/3029
http://hdl.handle.net/20.500.12209/14108
Palabra clave:
Educación
Acto político
Nuevos referentes
Fines mercantiles
Education
Political act
New referents
Commercial purposes
Rights
openAccess
License
https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0
Description
Summary:El mundo atraviesa en la actualidad el umbral de una nueva era de ruptura paradigmática en todos los órdenes. Efectivamente, se está revolucionando el modo en que hasta ahora hemos visto el mundo y las formas en que nos orga-nizamos para su transformación. La educación es un acontecimiento humano, un fenómeno social, un acto político. Por ello, comunicadores, maestros, inves-tigadores, creadores, educadores de cualquier ámbito están permanentemente convocados a participar de este acontecimiento, este fenómeno, este acto. No podemos eludir ni maquillar esta responsabilidad, aunque los mecanismos di-suasorios, las estrategias organizativas impuestas y las orientaciones camufladas nos hayan penetrado, institucional y personalmente, hasta no reconocernos. Nuevos referentes habrán de aparecer sobre el buen hacer docente/discente, distintos a los normativizados y oficialmente ejemplares, pues quien no haya disentido de los principios modélicos dados, quien se empeñe en fidelizarse a las variables prescripciones de “las castas”, caerá en el esquizoidismo. Presumir de salud en un medio tóxico no puede ser bueno; adaptarse felizmente a un en-torno enfermo no puede ser sano. Habrá que asumir esto ya y responsabilizarse sin dilaciones; no procede aguardar a que la memoria futura justifique nuestros desatinos, cuando ya los fines del mercado hayan secuestrado definitivamente el buen criterio colectivo. Que no nos sigan distrayendo.