Procesos enactivos en torno al cine de terror.

El presente trabajo pretende responder el por qué son importantes los procesos afectivos generados en torno al cine de terror, reivindicando la posición de lo corporal en ellos, ya que las teorías tradicionales del cine se han caracterizado por un olvido del cuerpo en la relación cine-emociones. Así...

Full description

Autores:
Cifuentes Hernández, Yeni Rocio
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2019
Institución:
Universidad Pedagógica Nacional
Repositorio:
Repositorio Institucional UPN
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.pedagogica.edu.co:20.500.12209/11726
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/20.500.12209/11726
Palabra clave:
Cine de terror
Cuerpo
Emoción
En actividad
Experiencia
Rights
License
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
Description
Summary:El presente trabajo pretende responder el por qué son importantes los procesos afectivos generados en torno al cine de terror, reivindicando la posición de lo corporal en ellos, ya que las teorías tradicionales del cine se han caracterizado por un olvido del cuerpo en la relación cine-emociones. Así, en un primer momento, se presenta una revisión frente al avance de las ideas en contexto, las nociones de pensamiento sensual (primitivo), pensamiento cinemático y montaje, desde las propuestas de la psicología experimental y práctica desarrollada por Sergei Eisenstein. Se analiza la perspectiva de un cuerpo pasivo, que asume los estímulos generados por el cine a partir del montaje: entendido como plataforma de expresión y causa de los eventos emocionales intensificados. En un segundo momento se acude a la teoría cognitiva del cine, haciendo alusión a las ideas expuestas por el autor Nöel Carroll, considerando el ámbito del cine de terror con lo que denomina “una paradoja del horror”, en ella, se asegura que el arte está diseñado con el fin de generar una respuesta emocional determinada, el terror-arte. Parte de varios supuestos que conllevan a visualizar la emoción acompañada de una agitación sentida o sensación sintiente, un movimiento de carácter fisiológico catalogado como una “sensación o sentimiento”. A punto de contrastar las ideas anteriores, se hace remisión a los planteamientos de la teoría 4E, acrónimo que concibe los procesos cognitivos como corporeizados (embodied), situados (embedded), enactivos (enacted) y extendidos (extended), con un mayor énfasis en las ideas Giovanna Colombetti, quien considera que la cognición también es afectiva, es decir, el afecto da forma a la cognición, el afecto motiva y desmotiva la percepción y la acción. Lo previo, contribuye a dar una reivindicación de lo corporal en los procesos afectivos, pues se tiene un organismo vivo incrustado (embedded), corporeizado (embodied), enactivo (enacted) y extendido (extended), que parte de la naturaleza de la experiencia vivida, del cuerpo como estructura vivida y experimentada, en lo que puede concebirse un punto medio entre diversas teorías y posturas que nos mostrarán los episodios emocionales más representativos como patrones auto organizados de diversas formas, según el contexto y estado del organismo.