Lapso

Mauricio un anciano (65 años de edad) que trabaja en una carpintería, está cada vez más cerca de completar sus ahorros para ver a su familia. Al sentirse enfermo se dirige a un centro médico, después de la revisión le dicen que tiene neumonía, el médico le da las respectivas recomendaciones y medica...

Full description

Autores:
Páez Acosta, Andrea Tatiana
Maldonado Zorro, Camilo Andrés
Arévalo Sander, Daniel Fernando
Guzmán Moscoso, Fabián Andrés
Reyes Téllez, Gabriel Steven
Rojas Bermúdez, Laura Paola
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2015
Institución:
Corporación Unificada Nacional de Educación Superior
Repositorio:
Repositorio Corporación Unificada Nacional de Educación Superior
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.cun.edu.co:cun/4864
Acceso en línea:
https://repositorio.cun.edu.co/handle/cun/4864
Palabra clave:
Enfermedad
Vejez
Anciano
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)
Description
Summary:Mauricio un anciano (65 años de edad) que trabaja en una carpintería, está cada vez más cerca de completar sus ahorros para ver a su familia. Al sentirse enfermo se dirige a un centro médico, después de la revisión le dicen que tiene neumonía, el médico le da las respectivas recomendaciones y medicamentos. Se va deteriorando su salud y va disminuyendo su desempeño en el trabajo por lo que es corrido de allí; al buscar otro trabajo y solo recibir rechazos, el como opción empieza recoger madera para construir decoraciones, recordatorios, artesanías para vender, pero por más hambre y necesidades que pasa no gasta sus ahorros. Un joven que lo ve pasar constantemente por la zona donde trabaja se le acerca y le ofrece como trabajo construir una cuna, pero él le comenta que solo se la puede pagar cuando ya esté terminada; Mauricio le pide dejar algo a cambio, este joven le deja un relicario, Mauricio toma la decisión de sacar sus ahorros e invertirlos en la cuna para poder completar para ver a su familia, se citan en un lugar para intercambiar la cuna por el dinero y el relicario, pero el joven no llega. Ya agotado, deteriorado completamente de salud y emocionalmente acabado, empaca lo poco que le queda en la cuna, se sienta al lado de ella y empieza a caminar de lado a lado; cuando él cree que ya todo está perdido una mujer empieza a gritar Papá!! Papá!!, el busca de donde viene esa voz y al ver que se acercan hacia él una mujer, una niña, una anciana, y con el joven que lo contrato, le entrega la cuna, el relicario, luego se dan cuenta que no es Mauricio Herrera si no Francisco Herrera le cuentan de su enfermedad y que lleva casi 2 años desaparecido, abraza a su mujer, hija y nieta.