Luis Caballero: entre el ánima erótica y la afección yacente

 La obra del pintor colombiano Luis Caballero muestra una progresión hacia una estética de lo mínimo, su búsqueda estilística se evidencia en cartas y declaraciones, donde habla acerca de la pintura de su época y expone su preocupación fundamental por la práctica artística. Para Caballero, esta prác...

Full description

Autores:
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2016
Institución:
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia
Repositorio:
RiUPTC: Repositorio Institucional UPTC
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.uptc.edu.co:001/11178
Acceso en línea:
https://revistas.uptc.edu.co/index.php/cuestiones_filosofia/article/view/4297
https://repositorio.uptc.edu.co/handle/001/11178
Palabra clave:
Pintura
preceptos
afectos
estética.
Rights
openAccess
License
Derechos de autor 2016 CUESTIONES DE FILOSOFÍA
Description
Summary: La obra del pintor colombiano Luis Caballero muestra una progresión hacia una estética de lo mínimo, su búsqueda estilística se evidencia en cartas y declaraciones, donde habla acerca de la pintura de su época y expone su preocupación fundamental por la práctica artística. Para Caballero, esta práctica consistía en hacer ver, la pregunta fundamental que surge es: ¿qué es lo que se quiere hacer ver?, la respuesta, que debe buscarse en los cuadros del pintor bogotano, varía acorde con las influencias e inquietudes artísticas de Caballero. A lo largo del tiempo su obra manifiesta una tensión irresoluble entre la estética de la creación y la estética de la recepción. Estas estéticas, y los conceptos que las soportan, están presentes en toda su obra, pues a pesar de sus diferencias y limitaciones, es posible establecer relaciones de continuidad y dependencia. Para analizar la obra de Caballero se proponen tres etapas, en cada una el juego entre las dos concepciones sobre la estética se manifiesta de distintas maneras: (i) sus inicios responden a la influencia de Francis Bacon y manifiestan una inclinación a la estética de la creación, (ii) una búsqueda de un estilo personal y la apropiación de procedimientos del Barroco, y (iii) una estética mínima caracterizada por la reducción de los recursos pictóricos, que se compromete con una estética de la recepción.