¿Cuál crítica de la técnica?

Tomado de Prades, Jacques (1992). La tecnociencia. Las fracturas de los discursos. París: L’Harmattan. Capítulo IX: hacia una ciudadanía cosmopolita (pp. 225-245).Traducción del francés al español por Luis Alfonso Palau Castaño, Medellín, marzo 29-30 de 2017. Nota del editor. ¿Quién puede criticar l...

Full description

Autores:
Lévy, Pierre
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
2017
Institución:
Universidad de Medellín
Repositorio:
Repositorio UDEM
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.udem.edu.co:11407/4732
Acceso en línea:
http://revistas.udem.edu.co/index.php/Ciencias_Sociales/article/view/2320
http://hdl.handle.net/11407/4732
https://doi.org/10.22395/csye.v6n11a9
Palabra clave:
Piérre Levy
tecnociencia
ciudadanía cosmopolita
Rights
License
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
Description
Summary:Tomado de Prades, Jacques (1992). La tecnociencia. Las fracturas de los discursos. París: L’Harmattan. Capítulo IX: hacia una ciudadanía cosmopolita (pp. 225-245).Traducción del francés al español por Luis Alfonso Palau Castaño, Medellín, marzo 29-30 de 2017. Nota del editor. ¿Quién puede criticar la técnica?La técnica es una dimensión cada vez más importante y estructuradora de la vida social y cultural contemporánea. Sin duda que ninguna época de la humanidad le ha concedido tanto como la nuestra a la “tecnología”. Ahora bien, lo que es, el hecho cumplido, no posee ningún privilegio axiológico simplemente porque es. Lo real no es ni bueno, ni siquiera racional, es contingente. Si aprobásemos así no más, el desarrollo tecnocientífico contemporáneo tal y como se desenvuelve, las direcciones que toma, los usos que de él se hacen, la reverencia cuasi universal de que goza, abdicaríamos de cualquier participación del espíritu, nos aceptaríamos como “consumidores”, o espectadores fascinados y consintientes de la gran máquina capitalista contemporánea (cuyos tres polos motores son la técnica, las finanzas y los mass-media), cuyos efectos terribles, inhumanos, que amenazan incluso la biosfera, ya no hay que demostrar.