“Oro blanco” y su presencia en el valle geográfico del río cauca: modificación del paisaje y del territorio
El azúcar, que se cultivaba en pequeña escala en Sicilia y en las islas Madeira y Cabo Verde y se compraba, a precios altos, en Oriente, era un artículo tan codiciado por los europeos que hasta en los ajuares de las reinas llegó a figurar como parte de la dote. Se vendía en las farmacias, se lo pesa...
- Autores:
-
Uribe Castro, Hernando
Perafán Cabrera, Aceneth
- Tipo de recurso:
- Part of book
- Fecha de publicación:
- 2020
- Institución:
- Universidad Autónoma de Occidente
- Repositorio:
- RED: Repositorio Educativo Digital UAO
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:red.uao.edu.co:10614/13633
- Acceso en línea:
- https://hdl.handle.net/10614/13633
- Palabra clave:
- Valle del Cauca
Industria azucarera
Caña de azúcar-Cultivo
Sugar growing
Sugar - Manufacture and refining
- Rights
- openAccess
- License
- Derechos reservados Universidad Autónoma de Occidente
Summary: | El azúcar, que se cultivaba en pequeña escala en Sicilia y en las islas Madeira y Cabo Verde y se compraba, a precios altos, en Oriente, era un artículo tan codiciado por los europeos que hasta en los ajuares de las reinas llegó a figurar como parte de la dote. Se vendía en las farmacias, se lo pesaba por gramos. Durante poco menos de tres siglos a partir del descubrimiento de América, no hubo, para el comercio de Europa, producto agrícola más importante que el azúcar cultivado en estas tierras. Se alzaron los cañaverales en el litoral húmedo y caliente del nordeste de Brasil y, posteriormente, también las islas del Caribe –Barbados, Jamaica, Haití y la Dominicana, Guadalupe, Cuba, Puerto Rico– y Veracruz y la costa peruana resultaron sucesivos escenarios propicios para la explotación, en gran escala, del “oro blanco”. Inmensas legiones de esclavos vinieron de África para proporcionar, al rey azúcar, la fuerza del trabajo numerosa y gratuita que exigía: combustible humano para quemar. Las tierras fueron devastadas por esta planta egoísta que invadió el Nuevo Mundo arrasando los bosques, malgastando la fertilidad natural y extinguiendo el humus acumulado por los suelos. Eduardo Galeano. Las Venas Abiertas de América Latina, 2004, p. 83 |
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